El Economista presenta un informe detallado del expediente del FBI que acusa a autoridades de Concacaf de aceptar y fomentar el soborno. La red hizo más de 50 transferencias bancarias en 11 países y 27 instituciones financieras.
Kendra se enamoró de Jeffrey por su “moral” y “grandes metas”. Ella es médico obstetra y muchos fines de semana tenía tardes románticas con él en el spa del hotel St. Regis en Buckhead. Él le construyó para vivir una ‘casa de muñecas’, con seis habitaciones, nueve baños, enormes puertas, balcones y una alberca, todo en un espacio de 915 metros cuadrados.
“Le he pedido a tu padre si acepta darte en matrimonio y me ha dicho que sí (…) espero que tú también me des el sí”, recuerda Kendra el día en que Jeffrey le pidió casarse. “Fue una de las noches más especiales de mi vida”.
El 31 de agosto del 2013 contrajeron nupcias y ella lució un vestido blanco ajustado, con holanes de la cintura para abajo. En todas las fotos de la boda sonreía mientras tomaba de la mano a su esposo.
El hombre romántico, “moral”, está detenido en Zurich por formar parte de la red de corrupción más grande que se haya documentado en el futbol. Él, Jeffrey Webb, el que le construyó una piscina a Kendra, el que era presidente de la Concacaf, fue responsable y tuvo conocimiento de al menos 22 cuentas bancarias donde se realizaron algunas de las 81 transferencias ilegales documentadas en el expediente 15 CR 0252(RJD) (RML) de la Corte Este del Distrito de Nueva York en los Estados Unidos en poder de El Economista.
Al mes, durante cinco años, se realizaba más de un depósito bancario relacionado con actos ilícitos.
Banco Itaú, Bank of America, Barclays, HSBC, JP Morgan, instituciones financieras gigantes y algunas pequeñas eran el conducto para mover el dinero por el mundo. La Concacaf y la Conmebol realizaron transferencias bancarias en al menos 11 países en América, Europa y Asia.
Jeffrey, por ejemplo (detalla el documento del FBI), utilizó algunos de los sobornos obtenidos para adquirir propiedades o arreglar sus casas, como la piscina que hizo en el sitio donde vive con Kendra.
Y uno de los métodos para hacerlo era triangular los depósitos y utilizar a Costas Takkas como su prestanombres e intermediario. Entre depósitos y recepciones de dinero, Jeffrey Webb realizó cuatro operaciones en Islas Caimán (donde nació en 1964), uno de los “paraísos fiscales” más importantes del mundo, de acuerdo con un mapa creado por Europa Press.
Webb conoce el sistema bancario de la isla y de Estados Unidos por su experiencia como encargado de Desarrollo de Negocios en Western Union para Fidelity Bank, uno de los bancos donde se realizaron dos recepciones de capital para el ex presidente de la Concacaf.
Islas Caimán no es el único “paraíso fiscal” donde se hicieron operaciones bancarias, también destaca Hong Kong y Trinidad y Tobago. Si sumamos el número total de movimientos financieros en estos tres sitios, entre el 2010 y el 2015, llega a al menos 16, según un conteo realizado del reporte de la Corte de Nueva York.
EL CEO de Fidelity Bank, Anwer Sunderji, declaró hace unos días en Islas Caimán: “Tenemos una auditoría con Deloitte, ellos tienen la experiencia apropiada para evaluar los procesos de Fidelity Bank y asegurar que son suficientemente robustos”. La institución -relata The New York Times- está bajo proceso de investigación por parte del FBI.
Ésta isla del Caribe, de acuerdo con el sitio cayman.com.ky, cuenta con 395 bancos y sociedades financieras autorizadas y en Merry Lynch se documenta que en los ‘paraísos fiscales’ del mundo hay al menos unos 6 billones de dólares.
“Nuestro objetivo es traer de vuelta la confianza mediante el establecimiento de un proceso de rendición de cuentas”, dijo Webb el 23 de mayo del 2013, un año después de tomar posesión de la Concacaf, para ese entonces ya había recibido más de 3 millones de dólares como soborno. De las 81 transferencias ilícitas, al menos 54 fueron hechas por la mafia de la Concacaf según la justicia estadounidense.
El hombre “moral”, del cual se enamoró Kendra, mintió.
Brasil, Paraguay, Estados Unidos, Islas Caimán, Costa Rica, Nicaragua, Hong Kong, España, Suiza, Trinidad y Tobago y Panamá. Por todos estos países corrió el dinero corrupto de Concacaf y Conmebol, más de 150 millones de dólares en sobornos, dice el FBI.
Por el área no sólo Jeffrey Webb está detenido en Zurich, en proceso de extradición a Estados Unidos para que lo enjuicien. También Eduardo Li, presidente de la federación de Costa Rica y Julio Rocha, que fue por muchos años presidente de la federación nicaragüense de futbol, además de Costas Takkas, un griego-chipriota, que estuvo durante 14 años como secretario general de la federación de Islas Caimán y que era la mano derecha de Jeffrey.
En total, 27 bancos a través de 31 filiales fueron utilizados por directivos de toda América para hacer negocios ilícitos a costas del futbol. Entre el 2010 y el 2014, cada año se realizaban 16.2 transferencias ligadas a la corrupción, es decir 1.3 cada mes sin parar en ese lapso.
La Concacaf tenía su cuenta favorita de donde salían recursos para terciarlos y destinarlos a diferentes cuentas del Caribe o Asia. Ese era Citibank, donde se realizaron al menos 49 transferencias relacionadas con actos ilegales como se documenta en el expediente de la Corte de Nueva York, seguido de Delta Bank (21 movimientos).Tanto la Concacaf como la Conmebol realizaron operaciones con motivo de la Copa América Centenario a realizarse (así parece) en el 2016.
Desde que llegó como el jefe de la zona concacafkiana, Webb ha visto incrementar su patrimonio. El expediente de la corte neoyorkina detalla que el dinero de sobornos fue utilizado para su casa en Longville en Georgia. Justo en ese estado hay dos depósitos en los bancos SunTrus y United Community. Además, en el 2013 pagó en la zona de Stone Mountain 60,000 dólares por una casa con tres dormitorios.
En agosto del 2015 se cumplirán dos años de la luna de miel de Kendra y Jeffrey, cuando viajaron por el sur de Francia y estuvieron en las paradisiacas playas de Granada en el Caribe. En el momento en que los recién casados disfrutaban de su amor, Webb ya tenía montada la red de corrupción de futbol más importante de la Concacaf. Siguió los pasos de sus antecesores Jack Warner y Chuck Blazer, quienes también fueron separados por mal manejo de recursos.
El hombre que apelaba a la transparencia en sus discursos, el hombre que conquistó a Kendra por su “moral” y grandes “metas”, pasará su segundo aniversario de bodas en Suiza, en prisión.