El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que ya tiene listas cinco alternativas para vender el avión presidencial TP01 José María Morelos y Pavón, mismo que regresará a nuestro país tras haber sido resguardado por un año en California, Estados Unidos.
En su conferencia matutina, el Titular del Ejecutivo federal dijo que una opción sería rifar la aeronave entre los mexicanos a través de la Lotería Nacional. Para lograr esto se venderían 6 millones de cachitos, a 500 pesos cada uno, con el objetivo de juntar 3 mil millones de pesos.
López Obrador explicó que esta es sólo una opción y además tendría candados, pues no permitiría que el ganador del avión lo vendiera a un costo más bajo del de su avalúo. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la aeronave tiene un costo actual de 130 millones de dólares.
“Tendríamos que definir nada más algunas reglas como condición, porque aun cuando alguien se saque el avión, sería muy lamentable que lo malbaratara. Como norma le tendríamos que poner que si lo vende, cuando menos sea a precio de avalúo, por él mismo, pues, pero es que estamos hablando de un avión; si lo va a rentar, tiene que tener una empresa que se lo administre. Ciertas cosas que tendrían que resolverse”.
Según las declaraciones que el Presidente de la República dio durante esta semana en sus ruedas de prensa, la persona que hipotéticamente ganara el avión tendría que realizar un gasto millonario. Por ejemplo, el Mandatario ha informado que realizar un vuelo en el TP01 tiene un costo de al menos 15 mil dólares.
A esto se debe sumar que, según el Ejecutivo federal, se deben realizar pagos de 4 mil dólares cada siete días para darle mantenimiento a la aeronave; de igual forma estos aviones, por su tamaño y para mantenerlo en condiciones de operar, tendría que realizar viajes de cinco horas en promedio.
También ha dicho que los aviones como el José María Morelos y Pavón deben ser trasladados a California para ser reparados y recibir mantenimiento, pues ese es el lugar donde los fabrican. Esta situación implicó al gobierno mexicano pagar 1.6 millones de dólares en un año por mantener la aeronave en el país vecino.
Quien resultara ganador de la rifa propuesta por López Obrador debería tener un espacio de las dimensiones del avión para guardarlo: 57 metros de longitud, 60 metros de envergadura y 17 metros de altura. Y por último, el ganador de la rifa tendría que considerar que la Lotería Nacional cobra a los ganadores un impuesto, en promedio, de 7%.
López Obrador adelantó que de realizarse la rifa los tendrían que ayudar en la compra de boletos para regalar los a sus trabajadores o a la gente que los quiera.
Asimismo, añadió que esta es sólo una opción para recuperar parte de la inversión que se hizo en el TP01 y se mostró confiado en que el avión pueda comercializarse en el futuro.
Otra alternativa que ha tomado el gobierno ha sido ofrecer oficialmente la aeronave a Donald Trump, con el objetivo de que Estados Unidos regrese a México el valor de la aeronave a través de equipos médicos.
Agregó que un día después de anunciar que el avión presidencial volvía a México, una persona de Estados Unidos hizo una oferta de 125 millones de dólares por la aeronave, aunque para el Mandatario esto no es suficiente, porque está bajo el valor de avalúo de la ONU.
Por último, el Presidente dijo que otras dos posibles opciones para darle un uso al TP01 sería rentarlo a quien quiera usarlo para cualquier actividad, o venderlo a empresas en 12 partes iguales; sobre esta última opción López Obrador dijo que ya hay dos interesados y tendrían que pagar 11 millones de dólares cada uno.
Más tarde, en un evento en Tlaxiaco, Oaxaca, el Presidente dijo que el avión presidencial“se vende, se renta o se rifa”, pero él no se va a subir, porque una aeronave así no la tiene ni Donald Trump.
“Hay polémica, pero ya se tomó la decisión, se va a vender ese avión presidencial. Se vende, se renta o se rifa, pero yo no me voy a subir a ese avión. No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, dijo.
Mientras que el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, dijo que hay otras maneras más viables de vender el avión presidencial que una rifa.