El gobierno de Quintana Roo inició el trabajo diplomático, sobre todo con la representación de Estados Unidos, para que se retire lo más pronto posible la alerta de viaje provocada por los desmanes de operadores del sindicato de taxistas “Andrés Quintana Roo”, informó la gobernadora Mara Lezama Espinoza.
En entrevista, sostuvo que desde el primer momento en que se bloquearon los dos acceso a la zona hotelera de Cancún se estableció un esquema de coordinación con los encargados de seguridad y protección civil, tanto del gobierno estatal como municipal, federal y de las Fuerzas Armadas, para primero liberar el paso, respetando los derechos humanos de los manifestantes, pero sobre todo de las personas afectadas, entre ellas los turistas y miles de ciudadanos que presionaron a los propios operadores para que se retirara el bloqueo.
Añadió que ya tenía acercamientos con el gobierno de Estados Unidos desde la mañana del lunes, pero que ahora va a recabar la información en torno al bloqueo que realizaron los taxistas por alrededor de 90 minutos.
“Estamos trabajando desde el momento en que se suscitaron las cosas, se fueron a Cancún funcionarios a trabajar en territorio, nos coordinamos con las fuerzas federales para evitar este tipo de bloqueos que en materia de protección civil son muy delicados, por los accidentes que pueden generar este tipo de bloqueos”, subrayó.
Cancún enfrentó una caótico inicio de semana con el bloqueo por espacio de 90 minutos de los dos accesos a la zona hotelera por parte de un grupo de operadores del sindicato de taxistas “Andrés Quintana Roo” que mantienen su fuerte rechazo a la operación de plataformas de servicio como UBER y que se han manifestado con agresiones verbales e incluso físicas, contra conductores y hasta a turistas.
Esta situación provocó que el gobierno de Estados Unidos alertara a sus ciudadanos tomar las respectivas precauciones al hacer uso de las plataformas, pero sobre todo de los taxis en Cancún.
A media mañana, la alcaldesa de Cancún, Ana Patricia Peralta de la Peña hizo un llamado a los taxistas a dejar a un lado las confrontaciones y cuidar a los cancunenses y a los turistas que visitan el destino.
El llamado no surtió efecto y cerca de las 13 horas, un grupo comenzó el doble bloqueo paralizando la actividad turística en el principal destino de playas de México y Latinoamérica, impidiendo que entraran o salieran automotores por espacio de 90 minutos.
Finalmente, luego de dos advertencias de las autoridades del uso de la fuerza pública para liberar el paso, los taxistas se retiraron sin que se reportaran personas detenidas.
Sin embargo, en los dos puntos del boqueo se dieron escenas de ciudadanos que demandaban a los operadores se retiraran del lugar, así como la presencia de efectivos militares de élite y antimotines entrenados para enfrentar disturbios.