Nueva York.- El narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero, uno de los hombres más buscados por Estados Unidos, fue presentado este viernes ante un tribunal de Nueva York, donde se declaró inocente de los cargos en su contra, incluyendo el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985.
Junto a él, Vicente Carrillo Fuentes, exlíder del Cártel de Juárez, también fue extraditado y se declaró inocente de secuestros y homicidios en México. La entrega de ambos capos forma parte de un acuerdo entre México y EE.UU. que busca evitar la imposición de aranceles del 25% a las importaciones mexicanas, amenaza que el presidente Donald Trump había planteado.
Extradición masiva de criminales a EE.UU.
Caro Quintero y Carrillo Fuentes son parte de un grupo de 29 prisioneros mexicanos trasladados a ocho ciudades estadounidenses, en un esfuerzo del gobierno mexicano por reforzar su cooperación en seguridad con Washington.
El fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, aseguró que la decisión no responde a presiones de EE.UU., sino a una estrategia de seguridad interna. “El narcotráfico ha sido una tragedia para nuestro país”, afirmó.
Por su parte, el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, destacó que los extraditados son “generadores de violencia” que representaban una amenaza para ambos países.
Caro Quintero: de capo histórico a fugitivo y extraditado
Rafael Caro Quintero fue fundador del Cártel de Guadalajara y uno de los principales proveedores de droga hacia EE.UU. en las décadas de 1970 y 1980. Su captura y posterior sentencia de 40 años de prisión en México respondieron al asesinato de Kiki Camarena, un crimen que marcó un punto crítico en la relación bilateral en materia de seguridad.
Sin embargo, en 2013, un tribunal mexicano anuló su condena y lo dejó en libertad, permitiéndole volver al narcotráfico y desatar violentas disputas territoriales en el estado de Sonora, según autoridades estadounidenses.
En 2022, Caro Quintero fue recapturado en México tras años de ser uno de los criminales más buscados por EE.UU., que había ofrecido una recompensa de 20 millones de dólares por su captura. Su extradición había estado en pausa por la política del expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien limitó la cooperación con Washington en respuesta a operaciones encubiertas contra funcionarios mexicanos.
Presión de EE.UU. y la familia Camarena
En enero, la familia de Kiki Camarena envió una carta al gobierno de Donald Trump exigiendo que la extradición de Caro Quintero se concretara. Este viernes, tras la comparecencia del narcotraficante, emitieron un comunicado celebrando el momento:
“Durante 14,631 días nos aferramos a la esperanza de ver justicia. Ahora, esa esperanza finalmente se ha convertido en realidad.”
Desde la Casa Blanca, el gobierno de Trump calificó a Caro Quintero como “uno de los capos más malvados del mundo” y reiteró su compromiso de combatir el narcotráfico.
Otros extraditados y nueva estrategia de Trump
Entre los 29 extraditados también se encuentran líderes de cárteles, jefes de seguridad de facciones del Cártel de Sinaloa y operadores financieros, algunos de ellos designados por Trump como parte de “organizaciones terroristas extranjeras”.
Con estas medidas, el gobierno de EE.UU. busca intensificar su lucha contra el narcotráfico y la producción de fentanilo, un tema clave en la relación con México.