CHETUMAL, 4 de junio.— Al cumplirse ocho meses de la captura en Cancún del ex espía y proxeneta argentino, Raúl Luis Martins Coggiola, su situación jurídica-legal aún no está definida por las estratagemas de su batería de abogados que han recurrido a toda clase de maniobras para evitar su extradición a Argentina.
Luego de su captura el 3 de octubre de 2019, en cumplimiento a la solicitud de detención provisional con fines de extradición del gobierno de Argentina, Martins Coggiola ha presentado una serie de amparos que los jueces le han negado; sin embargo, en uno de los casos, luego de interponer una apelación, un tribunal de alzada ordenó que fuera admitido el juicio de garantías y se volviera a analizar el caso.
Después de la más reciente demanda de amparo de Martins Coggiola, a quien su propia hija acusó de querer matarla por haberlo delatado, el juez Décimo Primero de Distrito de Amparo en Materia Penal, Jorge Antonio Medina Gaona, consideró que la petición estaba basada en mentiras y argucias legaloides, por lo que resolvió negarle dicho recurso.
Según antecedentes del caso, se supo que Martins, acusado de asociación delictuosa, trata de personas y operaciones con recursos de procedencia ilícita, inventó toda una historia luego de su detención para tratar de evitar, a toda costa, su deportación a Argentina.
Sus abogados, intentaron dar una imagen del acusado como víctima, con problemas de vejez (tiene 71 años de edad) y diversos padecimientos, además de que, asegura su defensa, fue detenido un día antes de lo señalado por la Fiscalía General de la República y su aprehensión no fue realizada por agentes de la Interpol, sino por personal del Instituto Nacional de Migración, con lo que se violaron sus derechos.
También argumentó la defensa de Martins otras irregularidades durante la detención, como el hecho de que a su cliente le habían puesto una peluca, “acción encaminada a tomar videos testimoniales de la detención por parte de la autoridad federal”, a lo que la FGR replicó que el inculpado se disfrazó para tratar de impedir su detención.
Pese a la negativa del juez, dados los antecedentes del caso, la defensa recurrió al Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito y por unanimidad los magistrados declararon fundado el recurso de queja y ordenó al juez federal que admitiera la demanda de amparo.
El tribunal de alzada consideró que el juicio de garantías sí es procedente, a pesar de que el acto reclamado tuvo lugar dentro del procedimiento de extradición. Los magistrados opinaron que Martins no está combatiendo la legalidad o inconstitucionalidad del procedimiento (extradición), sino que reclama la afectación a su libertad personal, como lo es la imposición de la prisión preventiva oficiosa.
Hace nueve años, en 2011, Lorena Martins, hija del proxeneta, denunció a su propio padre ante la Procuración de Trata y Explotación de Personas (Protex), en Argentina, acusándolo de liderar una red internacional de prostíbulos.
Martins Coggiola, sobre quien pesan al menos media docena de denuncias, tejió a lo largo de muchos años toda una red de explotación de mujeres, primero en Argentina y después en Cancún, Quintana Roo.