Se entiende que haya angustia, desesperación y preocupación por el futuro cuando apenas cumplimos un mes exacto desde que se anunciaron las primeras medidas de cuarentena, que fue la suspensión de clases.
Pero hay que respirar profundamente, para que en solidaridad podamos transitar hasta el 30 de mayo, aguantar 42 días para el fin del confinamiento.
Sin embargo, aunque las cosas vayan tan bien y podamos controlar los contagios en este período, hay que pensar y estar conscientes de que las actividades no se restablecerán en su totalidad de manera inmediata.
La vuelta a la normalidad se hará de manera gradual. De hecho, hay países que poco a poco intentan recuperar parte de sus actividades diarias.
En Italia, por ejemplo, se estableció un calendario dividido en tres etapas que inició el 14 de abril con la reapertura de librerías y concluirá el 31 de marzo del próximo año con el reinicio de actividades con público en estadios y discotecas.
De tal manera que aunque el fin de la cuarentena en México está previsto para el 30 de mayo, esto dependerá del éxito que como sociedad y gobierno tengamos en las medidas de prevención del coronavirus.
Seguramente cuando se esté acercando la fecha del fin de la cuarentena las autoridades sanitarias lo confirmarán o anunciarán una ampliación, de acuerdo con las condiciones que haya.
En caso que se confirme el fin de la cuarentena, se espera que, como en Italia, España y otros países haya un calendario para el reinicio paulatino de las actividades.
Así, ante este panorama previsible, todos debemos armarnos de paciencia para sobreponernos a todo el entorno negativo, principalmente en la economía, que la pandemia está generando.
Sin duda, el problema social es de proporciones históricas y, por tanto, la solidaridad tiene que ser en la misma dimensión para apoyar a las familias que más están sufriendo la falta de ingresos.
Los gobiernos estatal y municipales están conscientes y en la medida de sus posibilidades están diseñando estrategias con los que se pueda enfrentar el problema social que está presente y puede agudizarse con el paso de los días.
El gobierno federal tendría que asumir un mayor compromiso en este rubro, ir más allá de sus programas sociales que forman parte de las acciones de gobierno diseñadas para tiempos normales y tomar medidas extraordinarias para esta etapa extraordinaria del país.
Sin el respaldo federal, difícilmente los gobiernos locales podrán solos por más voluntad política, disposición y conciencia que haya.
El mayor reto, enfrentar la crisis social, todavía está por verse, pero ya se asoma en el horizonte. Hay que prepararse.
Pero todo pasa por una reactivación económica y ésta se adelantará o atrasará de acuerdo con el compromiso que demostramos en esta etapa con las medidas de prevención.
Twitter: @JulioCsarSilva | @PalcoNoticias