Recalcan especialistas importancia del ejercicio en el tratamiento contra el #cáncer

Especialistas han recalcado la importancia del ejercicio físico para hacer frente a los efectos secundarios en el tratamiento del cáncer y para mejorar la calidad de vida de los pacientes en todas las etapas de la enfermedad.

Hasta ahora, la mayoría de las investigaciones se habían centrado en la eficacia de la actividad física en la prevención, pero cada vez se han demostrado más evidencias de que también influye en la rehabilitación y en la supervivencia después del diagnóstico.

Este será el tema central del ‘I Simposio de Ejercicio y Cáncer’, organizado por Educa-Med y Fissac y avalado por la Fundación para la Excelencia y Calidad de la Oncología ECO, la Universidad Europea de Madrid y la Fundación Sandra Ibarra, que reunirá a médicos, investigadores, preparadores físicos y fisioterapeutas el próximo 29 de febrero para discutir sobre sobre el papel del ejercicio físico en el tratamiento del cáncer.

“El ejercicio físico practicado regularmente tiene un papel protector contra aquellos cánceres que se relacionan con la obesidad. El riesgo de padecer ciertos cánceres como el de colon, mama, endometrio, riñón, esófago, páncreas o hígado es entre dos y cinco veces más elevado en personas obesas”, ha explicado la radio-
oncóloga del Hospital Fundación Jiménez Díaz, Isabel Prieto, que participará en el Simposio.

Por su parte, la oncóloga del Hospital Puerta de Hierro y también ponente del Simposio, Ana Ruiz Casado, ha defendido que el ejercicio físico tiene además “numerososos beneficios” frente a la ansiedad y la depresión, que son aspectos emocionales que afectan “de manera especial” a los pacientes oncológicos, al igual que ocurre con la fatiga. El ejercicio “mejora la calidad de vida y la percepción que tiene el paciente sobre su capacidad funcional física”, ha señalado.

LA IMPORTANCIA DE UN PREPARADOR FÍSICO

Los especialistas definen al preparador físico como una figura clave para los pacientes oncológicos, sobre todo frente a los efectos secundarios generados pos los tratamientos, para los que se ha demostrado que el ejercicio físico es “eficaz y seguro en cualquier momento de la enfermedad”. En concreto, su “dosificación adecuada” durante el proceso adaptativo a cada tipo de efecto secundario se considera fundamental.

Los preparadores físicos dan seguridad a los pacientes, ayudan a mejorar su calidad de vida, a iniciarse en hábitos saludables y aumentar su supervivencia.

“Esto convierte las intervenciones de ejercicio en protocolos coste-efectivos en salud a medio y largo plazo”, ha destacado la responsable de la unidad de ejercicio físico oncológico en AECC y participante en el Simposio, Soraya Casla.

Según los expertos, un profesional del ejercicio debería estar presente en todas las fases y en especial al comienzo de la enfermedad, hasta que el paciente adquiera las herramientas que le permitan ser más autónomo al controlar su salud por medio del ejercicio físico.

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