Por su labor realizada en defensa de los pueblos indígenas en Guerrero, Abel Barrera Hernández recibió el Reconocimiento Nacional por la Igualdad y No Discriminación 2015, del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Barrera fundó en 1994 el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, en el Municipio guerrerense de Tlapa de Comonfort, desde donde apoyó a los pueblos nahuas, me’phaa, na savi, amuzgos y mestizos la zona de la Montaña y Costa Chica.
También pidió que este tema sea incluido en los diagnósticos que se hagan del País, pues sin igualdad, dijo, no se puede construir una democracia.
Al tomar la palabra, Abel Barrera advirtió que en las últimas fechas, sobre todo a partir del acompañamiento que hacen en Tlachinollan en el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, se ha intentado desprestigiar su labor.
Por ello, agradeció que un ente federal la reconozca, aunque sea la asamblea consultiva de la Conapred, formada por ciudadanos independientes que definen a los galardonados.
Al resumir el sufrimiento de los padre de los normalistas, a Barrera se le quebró la voz y causó que algunos asistentes lloraran.
El premio se lo dedicó a los padres y madres de los normalistas de Ayotzinapa quienes, dijo, buscan un México más justo.
“¡Porque vivos de los llevaron, vivos los queremos!”, gritó Barrera para concluir su discurso, tras lo cual un sector del público se puso de pie.
En tanto, Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, aseguró que el Gobierno de México es una prioridad la protección de los defensores de derechos humanos.
“¡Exigimos justicia!, ¡justicia!”, se escuchó gritar a algunos de la audiencia ante lo dicho por Campa.
El subsecretario refrendó también el compromiso del Gobierno para esclarecer los hechos de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, y que no se repitan.
Agencias
Por su labor realizada en defensa de los pueblos indígenas en Guerrero, Abel Barrera Hernández recibió el Reconocimiento Nacional por la Igualdad y No Discriminación 2015, del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Barrera fundó en 1994 el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, en el Municipio guerrerense de Tlapa de Comonfort, desde donde apoyó a los pueblos nahuas, me’phaa, na savi, amuzgos y mestizos la zona de la Montaña y Costa Chica.
También pidió que este tema sea incluido en los diagnósticos que se hagan del País, pues sin igualdad, dijo, no se puede construir una democracia.
Al tomar la palabra, Abel Barrera advirtió que en las últimas fechas, sobre todo a partir del acompañamiento que hacen en Tlachinollan en el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, se ha intentado desprestigiar su labor.
Por ello, agradeció que un ente federal la reconozca, aunque sea la asamblea consultiva de la Conapred, formada por ciudadanos independientes que definen a los galardonados.
Al resumir el sufrimiento de los padre de los normalistas, a Barrera se le quebró la voz y causó que algunos asistentes lloraran.
El premio se lo dedicó a los padres y madres de los normalistas de Ayotzinapa quienes, dijo, buscan un México más justo.
“¡Porque vivos de los llevaron, vivos los queremos!”, gritó Barrera para concluir su discurso, tras lo cual un sector del público se puso de pie.
En tanto, Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, aseguró que el Gobierno de México es una prioridad la protección de los defensores de derechos humanos.
“¡Exigimos justicia!, ¡justicia!”, se escuchó gritar a algunos de la audiencia ante lo dicho por Campa.
El subsecretario refrendó también el compromiso del Gobierno para esclarecer los hechos de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, y que no se repitan.
Agencias