Un sismo de magnitud preliminar de 5.9 sacudió este sábado Puerto Rico, que desde la tarde del viernes registra réplicas de diferente intensidad tras el terremoto de 6.4 que golpeó la isla el pasado martes y causó un muerto, cerca de 2.000 refugiados y miles de viviendas dañadas.
La Red Sísmica de Puerto Rico informó de que no hay aviso, advertencia o vigilancia de tsunami para el país e Islas Vírgenes por este último temblor.
El seísmo se localizó en un punto situado entre la latitud 17,937 y la longitud -66,717 a una profundidad de 32 kilómetros, a 14.8 kilómetros al sur de Peñuelas, y a él siguieron cuatro réplicas, dos de las cuales superaron la magnitud 4.
La isla caribeña sufre desde el viernes un repunte de la actividad sísmica que ha incrementado todavía más la inquietud entre la población, en especial en los municipios del suroeste del territorio caribeño, donde crece el temor ante la continuidad de los temblores.
Desde el viernes, la Red Sísmica de Puerto Rico ha registrado más de una decena de réplicas, algunas de intensidad considerable.
La más destacada se registró a las 18:30 hora local (22:30 GMT) del viernes, con magnitud 5.2, y se sintió en todo Puerto Rico, generando gran sobresalto entre la población.
A pesar de que el temblor se localizó, de nuevo, al suroeste de la isla, en el mar, fue sentido con fuerza en todo el territorio puertorriqueño, donde se volvieron a registrar escenas de pánico entre la población.
El director de la Red Sísmica, Víctor Huérfano, pidió a la ciudadanía no bajar la guardia ante la posibilidad de nuevos temblores y advirtió de que la actividad continúa y se prolongará durante días.
A última hora del viernes, se registró otro temblor con epicentro a 7,04 kilómetros al sur de Guayanilla con una magnitud de 4.8.
Otro de magnitud 4 y sentido por la población se registró a las 01:08 hora local (05:08 GMT) a una profundidad de 7 kilómetros y a 13 kilómetros al sur-sureste de Guayanilla.
Durante el día de hoy y todo el fin de semana se espera que se intensifique la ayuda a los cerca de 2,000 refugiados que permanecen en campamentos.
La mayoría de las personas pasa la noche a la intemperie por temor a que las estructuras de los polideportivos habilitados para acogerlas no resistan la fuerza de los temblores.
La estatal Autoridad de la Energía Eléctrica (AEE) espera durante el fin de semana que la práctica totalidad de los abonados recupere el servicio eléctrico.