Ciudad de México, 23 de marzo.- A pesar de presentar síntomas de infección respiratoria, luego de haber visitado Madrid, España, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) le negó la prueba de coronavirus a Lucero Coss Miranda.
No obstante, que la joven de 23 años, cumplía con los dos requisitos básicos para ser candidata a dicha prueba: antecedente de viaje a un país de alto contagio de COVID-19 y padecer una infección respiratoria.
La joven Lucero Coss Miranda, relató que el pasado 21 de marzo, -sin pruebas de por medio-, el médico que la atendió en el INER, le dijo que ella estaba considerada un caso sospechoso de coronavirus, pero que no le podían aplicar la prueba para confirmar dicho diagnóstico, porque estaba reservada para pacientes muy graves, a pesar de haber estado en España, la segunda nación de la Unión Europea, con el mayor número de casos confirmados de COVID-19.
Víctor Fabián Hernández Huizar, médico que la atendió en el INER, le recomendó que siguiera en aislamiento domiciliario, a pesar de tener más de 24 horas con dificultad para respirar y más de 9 días padeciendo una infección respiratoria con febrícula, que en un principio en el Centro de Salud de Pedregal de Santa Úrsula, fue confundida con influenza estacional, para lo cual, se le recetó, el antiviral oseltamivir, que al momento no la ha aliviado.
De hecho en el documento membretado del INER, denominado : Criterios para priorizar pacientes con necesidades inmediatas TRIAGE, a Lucero Coss Miranda, se le clasificó como prioridad 3, y se le envió a un centro de Salud o a un médico general.
“Pienso que el sistema de salud público en México, no está preparado para enfrentar esta crisis de coronavirus y se ve en el hecho de que hay 316 contagios, pero de acuerdo a lo que me pasó, serían personas que se sienten muy mal”.
“Entonces me pregunto, cómo están contabilizando los casos, si sólo están haciendo la prueba a las personas que llegan casi muriéndose al Hospital ¿y los demás?
“Además, si no se sabe que una persona es positiva a la prueba de COVID-19, si no se sabe el verdadero número de personas que podríamos estar contagiadas, cómo van a evitar los contagios.
“Y por mi seguridad y la de mi familia, necesito que me hagan la prueba, para saber si tengo coronavirus. Es un derecho a la salud, que yo tengo”, enfatizó, Coss Miranda.
Cuando, el 11 de marzo, la estudiante de Artes Visuales de la UNAM, arribó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ya le dolía la garganta, el cuerpo y tenía tos.
A pesar de que llegó con estos síntomas y venía en un vuelo de Air Canada, Madrid-Toronto-CDMX, no le tomaron la temperatura, no la revisaron y no le dieron ninguna orientación, a su arribo a esta capital.
No obstante, la joven, se reportó en su trabajo, donde le recomendaron permanecer aislada.
Así, desde el 11 de marzo, enferma, sin recibir una adecuada atención médica, Lucero Coss Miranda, no ha podido tener contacto con su familia, quien la apoya con sus alimentos y necesidades básicas, solo hasta la puerta de su casa.