El virus Covid-19 ha desencadenado una importante emergencia de salud y una grave crisis económica con un desplome del 60% de los petroprecios, millones de empleos perdidos y remesas que caerán en picada por las medidas de confinamiento, reconoció el G-20
En el informe liberado hoy, que da cuenta de la reunión virtual de ministros de finanzas y gobernadores centrales del grupo de los países industrializados y emergentes más importantes, se pone de manifiesto la necesidad de acciones conjuntas para alcanzar la recuperación más rápido.
Se advierte que las remesas están alineadas para derrumbarse, dado que los familiares en el exterior que trabajan tanto en el sector formal e informal se están quedando sin empleo.
Las pérdidas de ingresos se propagarán a través de las fronteras por medio de menores remesas, ponderaron.
Incluso se anticipa un impacto devastador para algunas economías pequeñas y pobres que dependen de estos flujos, según el documento preparado por el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo que participó en el marco de la Reunión virtual de Primavera.
Debido a que la trayectoria ascendente del contagio del virus, las medidas de aislamiento para la contención están provocando la pérdida de millones de empleos.
Mientras que los precios del petróleo se han desplomado a por debajo de los 30 dólares por barril, lo que significa una caída de aproximadamente el 60% desde los niveles a principios de 2020.
Se estima que más de 95 mil millones de dólares de capital de cartera salieron de economías de mercados emergentes desde el 21 de enero cuando la propagación de Covid-19 se intensificó en China, que es la más grande registrada en términos nominales y la más pronunciada en comparación a la crisis financiera global.
Es por ello, que algunas economías de mercados emergentes enfrentarán serios desafíos, por la combinación de varios choques.
El G-20 hizo un llamado a la cooperación, no sólo por razones de solidaridad humanitaria, sino para prevenir el resurgimiento de la enfermedad en casa, en un mundo interconectado.
Los esfuerzos coordinados internacionalmente pueden tener un gran alcance, ya que los efectos secundarios de la acción conjunta, generan beneficios adicionales para la economía mundial, estableció.
“Trabajando en estrecha colaboración, el G-20 puede ayudar a salvar vidas, proteger a los vulnerables y poner la economía mundial en el camino de un crecimiento fuerte, sostenible, equilibrado e inclusivo”, concluyó.