En plena pandemia del nuevo coronavirus, Nelson Teich, quien fungía como ministro de Salud de Brasil, renunció por “incompatibilidades” con el presidente Jair Bolsonaro, incrementando las incertidumbres de una población sometida a órdenes contradictorias en pleno auge de la enfermedad.
El oncólogo Nelson Teich, de 62 años, duró menos de un mes en el cargo. El 17 de abril había reemplazado a Luiz Henrique Mandetta, por lo que es el segundo en renunciar.
No acepté ser ministro por el cargo, sino porque pensaba que podía ayudar a Brasil y a la gente”. Nelson Teich
Una fuente allegada al tema aseguró que la dimisión se debió a “incompatibilidades” en la estrategia contra la pandemia, que ya dejó más de 202 mil casos y casi 14 mil muertos en Brasil. El número de casos podría, sin embargo, ser hasta 15 veces superior, en un país sin generalización de test, según expertos.
La gota que derramó el vaso fue la presión de Bolsonaro para que Teich autorizara el uso de la cloroquina en el estadio inicial del tratamiento de pacientes de COVID-19, pese a que las pruebas con ese medicamento no se revelaron concluyentes y del que se temen los efectos secundarios, relató la fuente consultada.
El ministro sufrió además un serio desplante la semana pasada, cuando Bolsonaro incluyó, sin consultarlo, a los gimnasios y peluquerías en la categoría de “actividades esenciales” que podrían permanecer abiertas en estados donde los gobernadores impusieron medidas de cuarentena o aislamiento social.
- Teich fue sustituido de forma provisoria por su secretario ejecutivo, el general Eduardo Pazuello, sin que se sepa aún si será ratificado en el cargo.
“Brasil, a la deriva”
En tanto, el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, lamentó la salida de Teich y afirmó que Brasil se halla “a la deriva”.
Otro ministro de la Salud, que cree en la ciencia, deja el Gobierno de Bolsonaro. En el momento en que la curva de muertes por coronavirus se acelera. El barco está a la deriva. Que Dios proteja a Brasil y a los brasileños”. Joao Doria, gobernador de Sao Paulo
El presidente, que llegó a calificar a la COVID-19 de “gripecita”, ve inevitable que haya cierto número de muertos para evitar el colapso económico del país, en una línea similar a la del estadounidense Donald Trump.
Tenemos que tener coraje para enfrentar el virus. ¿Está muriendo gente? ¡Está! ¡Lo lamento! Pero va a morir mucha, mucha, mucha más si la economía continúa siendo destrozada por esas medidas”. Jair Bolsonaro, presidente de Brasil.