Policías federales, estatales y personal del Instituto Nacional de Migración realizaron un cateo en el bar “Pomm Paz”
Una decena de mujeres migrantes originarías de Centroamérica fueron rescatadas de un bar de la ciudad de Tapachula, en el que presuntamente, las sometían al delito de trata de personas, y donde fue arrestado el supuesto responsable, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Policías federales, estatales y personal del Instituto Nacional de Migración (INM) realizaron un cateo judicial, derivado de una denuncia ciudadana anónima, en el bar “Pomm Paz”, en la colonia Janeiro, de esa ciudad fronteriza con Guatemala, donde retiraron a 10 mujeres originarias de Nicaragua, Honduras y Guatemala.
La Fiscalía Especializada en Atención a los Delitos en Materia de Trata de Personas reportó que en el operativo fue arrestado César Froyland “N”, de 23 años, quien fungía como responsable del negocio, en donde, de acuerdo con la indagatoria, sometían a las víctimas a “fichar” con los clientes del establecimiento, a quienes cobraban 80 pesos por cerveza consumida, cuya cantidad compartían con la administración del bar.
Las extranjeras “fichaban” diariamente, en horarios de 11:00 a 22: 00 horas.
El imputado fue puesto a disposición ministerial para la determinación de su situación jurídica por el delito de trata de personas, según la averiguación previa 20/FETRAVI-M5/2015.
De acuerdo con la ley estatal de acceso a una vida libre de violencia para las mujeres en Chiapas, se proporcionó a las víctimas medidas de protección y salvaguarda.
En Tapachula, en otra acción policíaca se cumplimentó una orden de aprehensión en contra de Arly Adonay “N”, como probable responsable del delito de trata de personas en la modalidad de explotación laboral.
El procesado “obligaba” a tres menores de 14, 10 y cinco años, respectivamente, a pedir “limosna” en las calles“ bajo el engaño” de adquirir alimentos con el dinero recaudado, que el sujeto utilizaba para adquirir bebidas alcohólicas para su consumo personal.
La fiscalía especializada, precisó que los menores estaban en una habitación, sin alimentos y sometidos a amenazas del imputado para que no escaparan.