Palco Quintanarroense
Desde la semana pasada, autoridades del Ayuntamiento de Benito Juárez con dos cuadrillas de seis hombres cada una, una camioneta, una retroexcavadora y un volquete, trabajan en el retiro de 25 de 38 topes sobre avenida Cancún (Las Torres) desde avenida Kabah, hasta el fraccionamiento Itzáez, lo que comprende seis kilómetros, algo que era una añeja petición de los automovilistas, con lo que se “ahorrarán” hasta 11 minutos de tiempo para llegar a su destino.
Con base en el estudio denominado “Programa de Mejoramiento del Sistema Vial de la Ciudad de Cancún”, hecho por las secretarías de Ecología y Desarrollo Urbano, de Obras Públicas, Servicios Municipales, las direcciones de Tránsito y de Transporte y Vialidad, así como por el Instituto Municipal de Planeación en Desarrollo Urbano (Implan), el retiro de estos reductores de velocidad, mejorará la circulación vial y brindará seguridad a los habitantes.
Personal de la Dirección de Transporte y Vialidad informó que se calcula terminar en esta semana en ambos carriles y dejarán 13 topes en puntos estratégicos, por consideran que son funcionales.
Y es que la mayoría de los 25 topes que se están retirando, además de que se casi el 50 por ciento colocaron sin los permisos correspondientes, no tenían justificación alguna, más que para el beneficio de algunos locatarios.
“Esos topes, lejos de reducir accidentes, como debería ser su propósito inicial, perjudicaban la circulación vial y la fluidez de dicha arteria”.
Además de que de nada sirve sincronizar los semáforos si los reductores de velocidad van a estar frenando el flujo vehicular. Es importante mencionar, que esta avenida no es la única con esta problemática, por lo que se está analizando la viabilidad de retirar otros topes en otros puntos de la ciudad (supermanzanas 15, 17 y 18) debido a que en los últimos años se abusó en Cancún de la colocación de estos reductores de velocidad, sin embargo no existe un registro real de cuantos hay.
Es importante mencionar, que hasta el momento, de los topes que se han retirado, no todos han sido resanados por completo, -aparentemente por falta de material-, aunque los trabajadores aseguraron que una vez que concluyan con los trabajos, todos quedarán listos y sin problemas.
Desde el 2014, integrantes del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, a petición de la Secretaría de Ciencia y Tecnología e Innovación del Distrito Federal (hoy ciudad de México), elaboraron un proyecto de investigación sobre los topes, para conocer sus ventajas y desventajas, encontrando que tienen efectos significativos en el gasto energético, emisiones de gases contaminantes y además afectan a la salud.