Una semana después de la llegada de los astronautas a la Estación Espacial Internacional en el primer viaje espacial tripulado operado por SpaceX, el fundador de la compañía, Elon Musk, quiere que la empresa siga avanzando hacia su principal objetivo: el cohete de próxima generación Starship.
“Por favor, consideren Starship como la prioridad máxima (además de todo lo que pueda reducir riesgos en el retorno de [la cápusula espacial Crew] Dragon)”, escribió el pasado sábado en un correo electrónico interno al que ha tenido acceso la CNBC. Según Musk, los trabajos para concretar este proyecto de vehículo interplanetario deben acelerarse “drástica e inmediatamente”.
Para intensificar estos esfuerzos, Musk invitó a los empleados de la compañía a considerar mudarse a Boca Chica, Texas, donde se encuentra la base de cohetes de la compañía donde se desarrolla el proyecto.
Un cohete Falcon 9 con la nave Crew Dragon de SpaceX despegó el pasado 30 de mayo con dos astronautas de la NASA a bordo, convirtiéndose en la primera misión tripulada privada en la historia. Dragon se acopló exitosamente con la EEI horas más tarde y se prevé que regrese a la Tierra dentro de dos meses.
El parcialmente reutilizable cohete Falcon 9 es el sostén principal del negocio de SpaceX, contando con más de 80 misiones en una década en los que ha puesto en órbita numerosos satélites. Pero Starship, un proyecto de cohete completamente reutilizable que lanzaría hasta 100 tripulantes a la vez en misiones a la Luna o a Marte eclipsaría las ventajas económicas del Falcon 9.
Hasta el momento, los cuatro prototipos de Starship explotaron durante sus pruebas en la base de Boca Chica.