Luego de una larga espera, y de diversas negociaciones entre ambos países, Joe Biden habría decidido respetar el posicionamiento de la Cumbre de las Américas de respaldar la democracia en América Latina, y no invitar a países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, pese a las amenazas del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Por ello, fue el propio jefe del Ejecutivo Federal quien reveló en su más reciente conferencia mañanera que no asistirá a Los Ángeles para dicha sesión, pero sí enviará una comitiva en representación, misma que será encabezada por el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
El periodista Raymundo Riva Palacio, por ejemplo, advirtió que la actitud de López Obrador en la mañanera se trató de un enojo, mismo que viene de la decisión de “anteponer su amor idílico por Cuba por encima del pragmatismo”.
Además, consideró que el “berrinche” del presidente de México se escuda en los supuestos principios, pero apuntó que “los suyos son como el chicle, que se estiran según como quiere que se alargue quien lo está masticando”.
“Prefirió el pleito mañanero a la diplomacia. Optó por la ausencia en Los Ángeles en lugar de haber actuado con inteligencia política y presentar su defensa de la inclusión en la misma mesa con Biden enfrente”, agregó el también escritor mexicano.
Al respecto de los reclamos presidenciales, escribió también sobre los ataques a senadores norteamericanos, lo que consideró como una mala idea, y un error por las consecuencias que podría atraer a la diplomacia mexicana, y a las “audiencias negativas de su gobierno”.
Lo anterior porque AMLO sostiene una discusión a distancia con miembros del Capitolio como Bob Menéndez, entre otros, quien ya se han posicionado en contra de las decisiones políticas de López Obrador como, por ejemplo, la de no combatir el cambio climático, e incluso su silencio ante la invasión rusa en Ucrania.
Todo esto, advirtió el periodista en su más reciente columna para Ejecentral, lo convertirá durante los próximos días, meses o años en el vecino no confiable de los Estados Unidos, aunado a la posición norteamericana de etiquetar a sus amenazas ante la Cumbre de las Américas como “no amistosas”.
Y concluyó que las negociaciones no sólo alrededor de la reunión internacional, sino de otros temas como la nacionalización del litio, fueron necesarias “no para ganarle nada, sino para respete la ley”, sin importar que ello le provoque un enojo.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador informó en su reciente conferencia frente a los medios de comunicación que “no puede haber Cumbre de las Américas si no participan todos los países del continente”. Asimismo, afirmó que su administración que no está de acuerdo con “la vieja política de intervencionismo, de falta de respeto a las naciones y a sus pueblos”.
Pese a que externó su informidad hacia la decisión de su homólogo estadounidense, el tabasqueño aseguró que mantiene una buena relación con Joe Biden, al que calificó como “un hombre bueno”.
Por lo anterior, dio a conocer que visitará en fechas próximas -sin revelar un día ni un mes- el despacho de Biden en la Casa Blanca para poder hablar con el mandatario estadounidense.
El tema, señaló, será “la integración de toda América”, ya que consideró importante crear una comunidad política similar a la de la Unión Europea.