Roma se quiso llevar a Aránguiz pero Leverkusen lo blindó

Pese al interés del conjunto italiano, el cuadro alemán se negó a vender al chileno tasándolo en una cifra inalcanzable. Cuáles son las sensaciones del jugador de La Roja.

Por su rendimiento en Internacional de Porto Alegre, donde hizo gran dupla con Andrés D´Alessandro, unido a lo que jugó en la Selección de Chile campeona de América por primera vez, Charles Aránguiz comenzó a ser pretendido por varios equipos europeos. Pese al interés de Chelsea y luego de intensas negociaciones, Bayer Leverkusen se quedó con sus servicios en agosto de 2015. Un año y medio después, el chileno es pretendido por Roma, aunque todo indica que no se moverá de Alemania.

Sin haber siquiera debutado en su nuevo equipo, el “Príncipe” sufrió una grave lesión: se cortó el tendón de aquiles del pie derecho.

Fueron duros seis meses de recuperación para un mediocampista que ama el fútbol desde cuando apenas tenía nueve años y jugaba hasta altas horas de la noche en su club de barrio en la populosa comuna de Puente Alto.

La vuelta a las canchas fue auspiciosa para Aránguiz, sumó minutos en su cuadro y fue titular en la “Roja” de Pizzi que ganó la Copa Centenario en Estados Unidos, marcándole a Colombia en una de las semifinales y convirtiendo su lanzamiento penal a Romero en la final ante Argentina.

El jugador chileno llegó a Orlando para disputar la Florida Cup con Bayer Leverkusen y la propia información entregada por el cuadro de las “Aspirinas” tenía a Charles como uno de sus figuras, a la altua de “Chicharito” Hernández, Hakan Calhanoglu y Bernd Leno.

En la estadía del cuadro dirigido por Roger Schmidt, se filtró el interés de Roma por contar con Aránguiz para el 2017. Idea que quedó en el camino una vez que la dirigencia de Leverkusen tasara el pase del chileno en 30.000.000 de euros, cifra que los italianos consideraron “una locura”.

Para el puentealtino el tema es sensible. No maneja el idioma, el equipo anda a los tumbos en la Bundesliga, Chicharito no marca un gol oficial hace tres meses ganándose una lluvia de críticas de la prensa alemana, generando una presión que se ha desplazado a todo el camarín.

Lo mejor para el ex Universidad de Chile sería partir, sin embargo, hay una cosa que pesa a la hora de tomar una decisión: el chileno se siente muy agradecido con el club que lo llevó a Europa, sobre todo, por el trato que le entregó cuando se lesionó y lo último que desea, es aparecer como un malagradecido. Si se va, se quiere ir ganando algo o protagonizando una buena campaña.

Charles vive el mundo a su manera. “Estoy muy gordo por eso no juego”, le contó a Goal respecto a no comenzar como titular frente a Estudiantes en St. Petersburg cuando las Aspirinas igualaron 1-1 con el Pincha. Precisamente una habilitación de Aránguiz -que ingresó en la segunda parte- para Schreck significó el empate alemán.

Comenzó de titular ante Atlético Mineiro quedándose en los camarines en el entretiempo. Se bañó rápidamente y se sentó entre medio del público para ver el gol de Chicharito que le dio el triunfo en la despedida del equipo germano del torneo.

“No sé si será lo mismo, hay veces que tengo miedo aún”, se sinceró cuando le consultaron si las cosas cambiaron después de la lesión.

“Mi objetivo hoy es el Leverkusen, más allá del partido que tenemos con Atlético Madrid en la Champions, que es campeonato que todo jugador quiere estar, lo cierto es que estamos en deuda en el campeonato y eso hay que cambiar”, confesó antes de volver a Alemania, ratificando que su cabeza y corazón están -aún- firme en el equipo de las “Aspirinas”.

El chileno experimentó un duro inicio en su carrera en Bayer 04 desde que se unió al club en el verano de 2015. Charles sufrió una lesión en el tendón de Aquiles en el inicio de la temporada y pudo jugar denuevo solo al final de esa temporada. Desde ahí, el implacable tacleador se ganó un lugar en el once titular. Charles también juega por la selección de Chile. El hombre de 27 años ganó las Copas América de 2015 y 2016 con la Roja.

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