Roselia Bustillo Marín: la jurista que teje derechos humanos, paridad y tecnología en la democracia mexicana

Roselia Bustillo Marín: la jurista que teje derechos humanos, paridad y tecnología en la democracia mexicana

Roselia Bustillo Marín: la jurista que teje derechos humanos, paridad y tecnología en la democracia mexicana

Por Julio César Silva Cetina

CANCÚN, 5 de marzo.– Desde las comunidades zapotecas del Istmo de Tehuantepec hasta los tribunales electorales más altos de México, la trayectoria de Roselia Bustillo Marín —secretaria de estudio y cuenta en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)— es un mapa de lucha por la justicia electoral, los derechos de las mujeres y los pueblos indígenas.

Roselia Bustillo Marín: la jurista que teje derechos humanos, paridad y tecnología en la democracia mexicana

Con 15 años en el órgano judicial, esta jurista, aspirante a antropóloga y escritora se ha convertido en una voz fundamental para entender los avances y desafíos de la democracia mexicana.

Originaria de Juchitán, Oaxaca, Roselia Bustillo creció entre una cultura zapoteca que, aunque celebra la fuerza de sus mujeres, no está exenta de contradicciones.

“Allí se dice que hay matriarcado, pero también hay todo tipo de violencias como la violencia intrafamiliar. Mis abuelas no llegaron a la uniersidad, pero me enseñaron la importancia de defender lo nuestro”, relata durante una entrevista en Cancún, en donde ofreció una conferencia.

Esa dualidad marcó su camino: estudió Derecho en la Universidad de las Américas de Puebla, se especializó en Derechos Humanos en Madrid y la Universidad Iberoamericana, y emprendió un doctorado en Antropología en la UNAM para entender, desde adentro, los sistemas normativos indígenas y sus propia zapotequeidad.

“El derecho sin contexto es letra muerta. Para proteger a los pueblos indígenas, hay que conocer su historia, su cultura, sus luchas”.  Pienso que la justicia debe ser siempre cercana a la gente.”, explica Roselia Bustillo.  explica Roselia Bustillo.

En sus más de 12 libros —entre ellos Derechos políticos de las mujeres indígenas: acceso, ejercicio y protección y Sistemas normativos indígenas: el caso Oaxaca—, Roselia Bustillo ha documentado cómo México pasó de ser un país rezagado a un referente global en paridad de género y el inicio de una justicia electoral intercultural.

“En 2014, la reforma constitucional obligó a los partidos a postular 50% de mujeres. Hoy, hay congresos locales con mayoría femenina y hasta comisiones permanentes paritarias”, destaca.

Pero su mirada crítica no ignora los desafíos. En Oaxaca, donde 418 municipios eligen autoridades por usos y costumbres, la paridad avanza lentamente.

“Hay mujeres que exigen derechos ya; otras piden paciencia para no ser violentadas. Aunque aún faltan presidentas municipales, cada vez hay más síndicas y regidoras”, señala.

Para ella, la clave está en equilibrar el respeto cultural, los derechos políticos de todas las mujeres y sus garantías judiciales. Una perspectiva intercutural hacia los feminismos en las comunidades.

Roselia Bustillo no solo mira al pasado. Insiste en que la democracia del futuro exige modernización.”

“En India, 900 millones votan electrónicamente con alta participación. En México, Coahuila y Jalisco han probado el voto electrónico, pero falta infraestructura y confianza”, destaca.

Para ella, la desconfianza es un fantasma a vencer: “Si hacemos operaciones bancarias en el celular, ¿por qué no votar así? La tecnología existe; necesitamos voluntad política”.

La educación cívica es su otra obsesión

“El abstencionismo nos debilita. Debemos explicar que votar no es un trámite, sino elegir a quienes protegerán nuestros derechos”, subraya.

Lamenta que la ciudadanía mexicana desconozca el papel del TEPJF.

“Si te roban la credencial, el tribunal puede garantizar tu voto con una sentencia en horas. Pero ¿cuántos lo saben?”, enfatiza.

Su trabajo trasciende escritorios. En 2016, diseñó los cursos para la Defensoría Pública Indígena del TEPJF, formando abogados que hoy protegen derechos de personas originarias.

“Un juez debe entender que notificar una sentencia en la sierra de Oaxaca no puede ser igual que en la Ciudad de México. La justicia se adapta o excluye”, argumenta.

Esta visión la ha llevado a escribir desde su función dentro del TEPJF la resolución de casos emblemáticos: desde violencia política contra mujeres hasta el reconocimiento de candidaturas LGBT+.

“La violencia de mujer a mujer también existe. El sexo del agresor no importa; lo que cuenta es proteger a la víctima y mejorar los mecanismos para sancionar a los infractores”, afirma, citando jurisprudencia del TEPJF.

Con 12 obras publicadas, Roselia Bustillo desmonta el cliché de que las mujeres deben elegir entre familia y carrera.

“Tengo una hermana y un hermano, padres, una vida que disfruto. Me siento privilegiada: escribo, escribo sentencias y sigo conectada con mis raíces zapotecas”, dice.

Rechaza que su éxito sea excepcional: “Cada vez más mujeres dirigen empresas, gobiernan o escriben historia. Las brechas persisten, pero las que abrieron camino —como las sufragistas— nos dieron herramientas”.

El horizonte: Más democracia, menos barreras

¿Qué falta? Para Roselia Bustillo todavía hay que avanzar en tres ejes:

  1. Voto electrónico seguro y accesible.
  2. Educación cívica.
  3. Ampliar derechos electorales a personas privadas de libertad.

“Se han logrado avances significativos en la participación electoral de grupos en situación de vulnerabilidad o desventaja. En su momento, se señalaba la necesidad de garantizar el voto a distintos sectores de la población”, recuerda.

Agrega que primero, se implementaron medidas para que las personas hospitalizadas pudieran ejercer su derecho al sufragio, luego se facilitó el voto para quienes no pueden salir de casa. Actualmente, se ha mejorado el acceso al voto para las personas cuidadoras de personas con discapacidad, quienes ahora pueden optar por el voto anticipado o recibir la visita de personal electoral en sus hogares para emitir su sufragio.

“Ya pueden votar las personas con prisión preventiva, por lo que solo falta que puedan hacerlo quienes ya tengan sentencia”, destaca.

“La prisión no debe quitar el derecho a votar,  porque para quienes ya recibieron una sentencia y están privadas de su libertad, la sanción es la privación de su libertad, no de su derecho político a votar. Es un criterio que se maneja a nivel internacional”, enfatiza

Mientras revisa expedientes en su oficina o escribe su próximo libro, Roselia Bustillo Marín sigue creyendo en una democracia y un sistema de justicia donde nadie quede atrás.

“México ya superó a países como España o Francia en paridad, aunque hay cuestiones que mejorar. Ahora, usemos la tecnología y la educación para que cada voto cuente”, concluye, tejiendo jurisprudencia con un hilo de esperanza.

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