El viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, amenazó este lunes con cortar el suministro de gas natural ruso a Europa a través del gasoducto Nord Stream 1, en represalia por la decisión de Alemania de bloquear la operación del nuevo Nord Stream 2.
Novak, también el principal funcionario de energía del país, señaló que Rusia aún no ha tomado la decisión, pero que tiene todo el derecho de tomar una acción de la misma magnitud y poner un embargo sobre los suministros de gas que llegan a través del gasoducto NS1.
El funcionario afirmó que ahora mismo, el gasoducto se encuentra trabajando “a su máxima capacidad”.
La dependencia de Europa de la energía rusa ha sido un factor clave en los esfuerzos de los líderes del continente para acordar cómo responder a la invasión a Ucrania. El mes pasado, Berlín suspendió el proyecto del gasoducto Nord Stream 2, de 11 mil millones de dólares, y los funcionarios de la Unión Europea aseguraron que están trabajando en un plan que podría reducir las necesidades de importación del bloque desde Rusia en casi 80 por ciento para 2022.
Pero muchos políticos de la UE siguen desconfiando de realizar una acción inmediata, razón por la cual Alemania ha rechazado, hasta ahora, prohibir la importación de petróleo y gas rusos. El canciller alemán, Olaf Scholz, subrayó este lunes que los energéticos rusos son de “importancia esencial” para la economía europea. Aproximadamente 40 por ciento de las importaciones del bloque provienen de Rusia.
Al respecto, Novak aseguró que Rusia tiene otras opciones para vender su petróleo si EU y la Unión Europea prohíben las importaciones rusas, y advirtió que un movimiento de este tipo podría tener “consecuencias catastróficas para el mercado mundial”, llevando el precio del barril de petróleo por encima de los 300 dólares.
Por otra parte y en el otro lado del Atlántico, legisladores clave de EU han llegado a un acuerdo para prohibir las importaciones de petróleo ruso, allanando el camino para una nueva ronda de sanciones contra Vladimir Putin.
El proyecto se produce en medio de una creciente presión para dar luz verde a una prohibición que aumente la presión económica sobre Rusia.
La Cámara de Representantes podría votar sobre la propuesta tan pronto como el miércoles, pero el presidente Joe Biden no ha respaldado el esfuerzo.
“El presidente no ha tomado una decisión en este momento”, declaró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.