Para hacer frente a la invasión en Ucrania y con gran parte de los mercados de armas cerrados por las sanciones de Occidente, Rusia está recibiendo municiones y equipos militares procedentes de Irán.
Además, la Casa Blanca dijo el lunes que Rusia está recurriendo a Irán para que le proporcione “cientos” de vehículos aéreos no tripulados, incluidos drones con capacidad para armas, para su uso en su guerra en curso en Ucrania.
El asesor de seguridad nacional de EEUU, Jake Sullivan, dijo que no estaba claro si Irán ya había proporcionado alguno de los sistemas no tripulados a Rusia, pero dijo que EEUU tiene “información” que indica que Irán se está preparando para entrenar a las fuerzas rusas para usarlos tan pronto como este mes.
“Nuestra información indica que el gobierno iraní se está preparando para proporcionar a Rusia hasta varios cientos de vehículos aéreos no tripulados, incluidos los vehículos aéreos no tripulados con capacidad para armas en un cronograma acelerado”, dijo a los periodistas el lunes.
Sullivan dijo que era una prueba de que los abrumadores bombardeos de Rusia en Ucrania, que la han llevado a consolidar ganancias en el este del país en las últimas semanas, “tenían un costo para el sostenimiento de sus propias armas”.
Según reveló The Guardian en abril, Moscú recibió misiles antitanque, sistemas de lanzamiento de cohetes fabricados en Brasil, entre otros armamentos, que fueron enviados desde Irak. Además, el régimen de Irán envió a Rusia un sistema de misiles Bavar 373 de fabricación iraní, similar al S-300 ruso.
El sofisticado sistema de contrabando, en el cual a través de un país tercero Rusia recibe armamento, demuestra cómo cambió la estrategia rusa en Ucrania y cómo las sanciones internacional le han afectado. Ahora, Moscú se apoya en el régimen de Irán, quien fue su aliado militar en Siria.
Poderosos grupos chiítas en Irak como el Hashd al-Shaabi, quienes son respaldados por Irán, tiene en su poder un gran arsenal. Estos armamento, como lanzagranadas y misiles antitanque RPG, fueron transportados a Irán a través del cruce fronterizo de Salamja el 26 de marzo. Allí fueron recibidos por el ejército iraní y luego llevados a Rusia, informó The Guardian.
Además, Hashd al-Shaabi envió a Rusia, a través de Irán, dos sistemas de lanzamiento de cohetes Astros II de diseño brasileño “No nos importa adónde van las armas pesadas [porque no las necesitamos en este momento]”, dijo una fuente de Hashd al-Shaabi a The Guardian. “Todo lo que sea antiestadounidense nos hace felices”.
Según el medio británico, tres buques de cargados de armas —dos con bandera rusa y uno con bandera iraní— partieron a comienzos de la invasión del puerto iraní de Bandar Anzali hasta la ciudad rusa de Astrakhan.
“Ese tipo de armamento sofisticado marcaría una gran diferencia sobre el terreno en Ucrania. Ḥashd al-Shaabi controla gran parte de la región fronteriza con Irán, lo que facilitaría esta transacción”, dijo Mohaned Hage Ali, miembro del Carnegie Middle East Center, quien fue consultado por el medio británico.
“Otros países como China tienen que tener mucho cuidado con la entrega de armas a Rusia ahora, dada la nueva situación de sanciones. E Irán, como parte de ese eje, quiere asegurarse de que Rusia no pierda terreno en este conflicto”, agregó Mohaned Hage Ali.
“Si el régimen de Putin se desestabiliza, eso tiene enormes implicaciones para Irán, particularmente en Siria, donde Damasco depende del apoyo aéreo ruso y Rusia se coordina para evitar un conflicto directo entre ellos e Israel”, advirtió.
La decisión de Estados Unidos de revelar públicamente que el principal rival regional de los dos países estaba ayudando a rearmar a Rusia se produce cuando tanto Israel como Arabia Saudita se han resistido a unirse a los esfuerzos globales para castigar a Rusia por su invasión de Ucrania debido a sus intereses internos.
Sullivan también señaló que Irán proporcionó vehículos aéreos no tripulados similares a los rebeldes hutíes de Yemen para atacar a Arabia Saudita antes de que se alcanzara un alto el fuego a principios de este año.