Los reportes de las agencias de inteligencia de Estados Unidos informaron al presidente, Donald Trump, sobre los riesgos latentes de la evolución del brote del nuevo coronavirus en pandemia, desde los primeros meses del año.
Según un reportaje publicado hoy por el rotativo estadounidense The Washington Post, dependencias de la Casa Blanca enviaron al presidente diversos informes sobre el padecimiento desde el reporte de los primeros casos en la ciudad de Wuhan, ubicada en la provincia china de Hubei y conocida como el epicentro del contagio.
La información destacada por el medio local refiere la forma en que tanto el mandatario como los legisladores y funcionarios de las instancias de salud minimizaron la advertencia, haciendo caso omiso a las posibles consecuencias de este padecimiento que ha frenado la economía y la vida de las grandes potencias.
Los funcionarios de las agencias de inteligencia confirmaron a The Washington Post la entrega de informes donde se incluía información sobre la propagación de los virus en China y cómo llegó a otros países vecinos del gigante asiático. Incluso, concluyeron que las autoridades chinas minimizaron la gravedad del virus.
Quienes han tenido acceso a los reportes de las agencias de inteligencia comparten la idea de que Trump tenía conocimiento de las proyecciones de una posible pandemia desde enero de este año.
Además, tanto la Cámara de Representantes como el senado tuvieron acceso a esta información, sin mostrar una preocupación real por legislar al respecto.
“Donald Trump puede no haber estado esperando esto, pero muchas otras personas en el gobierno sí lo estaban, simplemente no podían lograr que él hiciera nada al respecto”, dijo una fuente del reportaje citado y alertó que “el sistema estaba parpadeando en rojo”.
Las respuestas a las acusaciones surgieron al poco tiempo y miembros de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) defendieron a Trump ante las críticas, afirmando que “el presidente Trump ha tomado medidas históricas y agresivas para proteger la salud, la riqueza y la seguridad del pueblo estadounidense.
No obstante, las principales críticas van encaminadas no a la intensidad de las medidas sino a la demora en dar a conocer una estrategia, cuando los primeros casos confirmados de COVID-19 en el mundo se registraron desde inicios de diciembre del año pasado.