CANCÚN.- Una veintena de exorcismos se han realizado en Cancún en lo que va del año, reveló el sacerdote José Luis Laris Maure, auxiliar del padre José Antonio Blanco Ortegael, único de la región autorizado por el Vaticano para hacer ese tipo de trabajos en el ámbito de la fé.
Dijo que la mayoría de las personas que han padecido algún tipo de posesión le fueron enviados por psiquiatras que no encontraron en la ciencia médica ninguna explicación a los trastornos que registraban sus pacientes.
“Cuando aumenta el pecado hay también la posibilidad de que crezca la influencia del demonio con el objetivo de ajearnos del buen camino mediante la tentación, que es como las telarañas a las que si un insecto no se acerca no puede ser presa”, subrayó.
Comentó que la llegada a Cancún de gente proveniente principalmente del Caribe, que practica dichas supersticiones y realiza algunos rituales mayas enfocados a atraer turistas, ha motivado que exista “más ruido” sobre los casos de vejaciones y posesiones demoniacas en esta ciudad.
Indicó que las vejaciones corresponden a las formas que Satanás utiliza para fastidiar o intranquilizar a una persona, mediante ruidos o episodios de ansiedad que impiden conciliar el sueño sin entrar al cuerpo. Mientras que la posesión diabólica se manifiesta mediante la sensación de punzadas, mareos, dolor de estómago y otras dolencias que los médicos son incapaces de curar y que requieren de un trabajo de exorcismo, con el que es posible expulsar al demonio mediante el vómito, la defecación o la orina.