FELIPE CARRILLO PUERTO, 9 de junio.— En medio de ánimos caldeados, debido a versiones de que se canceló el cómputo voto por voto, María Hernández Solís recibió su acta de mayoría que la acredita como alcaldesa reelecta, en un proceso en el que los 3,959 votos de diferencia con los que ganó forman parte de los votantes aportados por los partidos Verde y del Trabajo.
De haberse presentado en la contienda solo con Morena, María Hernández habría perdido por 1,850 votos ante la candidata del PRD, María Luisa Poot Ek, quien obtuvo 15,274 sufragios, el 39.78% del total, pues su partido obtuvo 13,424 sufragios.
María Hernández Superó esa diferencia en contra, gracias a los 5809 votos que le aportaron el Verde (3,816) y el PT (1993).
Sin embargo, en el discurso que dirigió luego de recibir su constancia, María Hernández solo tuvo palabras de agradecimiento para Morena, porque “me dio siempre el respaldo, porque cree en los jóvenes”.
En total, considerados los votos de Morena, Verde y PT, que conformaron la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, la alcaldesa reelecta obtuvo 19,233 votos, que representan el 50% del total de sufragios emitidos en el municipio, una diferencia de 3,959 votos.
En esta elección, María Hernández obtuvo 1,687 votos menos que en 2021, cuando ganó por una amplia diferencia de 20 puntos porcentuales. En esta ocasión, la diferencia fue de poco más de 10 puntos porcentuales y entre el Verde y PT, María Hernández obtuvo alrededor del 15% de su votación.
Mientras ella recibía su acta de mayoría, afuera de las instalaciones del consejo electoral, un numeroso grupo de antimotines resguardaba el lugar, sitiado por cientos de simpatizantes de María Luisa Poot. Luego de recibir el acta de mayoría, María Hernández hizo un primer intento por abandonar las instalaciones, pero una lluvia de huevos que provenía de la muchedumbre se lo impidió.
También llovieron piedras y sillas que impactaron contra los escudos protectores de los policías, quienes colocaron en el frente agentes mujeres desarmadas.
María Hernández y su comitiva lograron abandonar el lugar en un segundo intento, protegida por los escudos de los policías, en los que volvieron a impactarse piedras aventadas por los inconformes. Los simpatizantes de la candidata perredista alegaban que había fraude electoral y que el cómputo “voto por voto, casilla por casilla” se suspendió cuando supuestamente los consejeros electorales se percataron que la tendencia no era favorable a María Hernández.
Los inconformes estaban tan molestos, que ya no hicieron caso a los llamados de tranquilidad que les hacía su propia candidata. Según trascendió, tres acompañantes de María Hernández resultaron con heridas por los impactos de piedras y otros objetos en sus cuerpos, sin mayores consecuencias.