La disputa entre el Gobierno de Nuevo León y Petróleos Mexicanos (Pemex) ha escalado después de que las autoridades estatales clausuraran la refinería en Cadereyta. Esto ocurrió tras la negativa de Pemex de colaborar con la Secretaría de Medio Ambiente estatal, que había ido a la refinería para realizar una inspección.
Aunque el personal de la refinería recibió a los funcionarios, les negaron el acceso. Según las autoridades estatales, esto llevó a la clausura de la refinería debido a la emisión de contaminantes a la atmósfera.
Alfonso Martínez Muñoz, secretario de Medio Ambiente, mostró fotos de las emisiones de la refinería y dijo que no se permitió el acceso para la inspección. Además, se colocó una resolución de una jueza en el sitio y se dejó una lona con un aviso de suspensión.
No está claro si la refinería ha detenido sus operaciones. Las autoridades estatales han señalado que Pemex es responsable de la mayoría de las partículas contaminantes en el aire de la Zona Metropolitana de Monterrey.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha defendido a Pemex y la refinería de Cadereyta, diciendo que no contamina y que cumple con las normas ambientales. El gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha planteado la posibilidad de cerrar la refinería debido a quejas sobre malos olores en la zona.