Los sacerdotes de la santería cubana o “babalawos” vaticinan para el año 2020 el aumento de enfermedades, la delincuencia y la destitución de un gobierno por golpe de Estado, y advierten sobre la muerte de altas personalidades en el mundo, los fenómenos climatológicos y la ruptura de la familia tradicional.
Los miembros de la “Comisión de la Letra del Año”, un grupo de sacerdotes de Ifá de todas las familias de la santería de la isla, se reunieron entre la nochevieja y el primer día del nuevo año en la sede de la Asociación Yoruba de Cuba (ACYC), en La Habana, para realizar la “Ceremonia de Apertura” de 2020.
Lo que dice la letra para 2020
La “Letra”, presentada este jueves a la prensa, advierte sobre enfermedades neurológicas graves, de transmisión sexual e infectocontagiosas, padecimientos del hígado por el incremento del consumo de bebidas alcohólicas, las malformaciones congénitas y la proliferación de epidemias debido a la mala higiene y la indisciplina social.
Las predicciones del oráculo de las religiones afrocubanas contenidas en la letra o el signo que regirá este año, también prevén un alto índice de robos, incremento de la malversación y de la violencia, así como el aumento del uso de las drogas y los estupefacientes.
Otro de los acontecimientos de interés social predice específicamente el “quebrantamiento de la familia tradicional cubana” a causa de la promiscuidad, la falta de autoridad y la pérdida de valores.
Ochún, la deidad gobernante
En la santería cubana, Ochún sincretiza con la virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de Cuba en la religión católica. Según su historia, es la dueña del amor y las aguas dulces del mundo, personificando el amor, la fertilidad, la intensidad de los sentimientos y la espiritualidad.
Esta divinidad es además la reina de la sensualidad, de los placeres y de la feminidad, y es representada por una bella mulata, simpática y sensual, buena bailadora, festiva y eternamente alegre.
Esta vez tendrá a Obatalá como deidad acompañante, orisha de la religión afrocubana que ocupa el lugar preponderante de la santería como deidad de la creación, el santo mayor.
Obatalá -la virgen de La Mercedes para los católicos- representa la pureza, es el único orisha de las causas imposibles, protector de los enfermos, se le reconoce como el creador del ser humano y por eso se le atribuye la potestad de ser el dueño de todas las cabezas.
El oráculo
En la santería, uno de los cultos sincréticos más extendidos en Cuba, cada letra o signo comprende una historia de las deidades o los “orishas” del panteón yoruba, que hablan por ella y lleva implícita una enseñanza o recomendación en general.
En 2020, entre sus recomendaciones propone evitar la infidelidad, la violencia conyugal por su peligrosa repercusión en la estabilidad familiar, cumplir con las deudas religiosas, ser tolerantes y pacientes en las relaciones interpersonales.
También aconseja prestar atención al tema comercial para prevenir el fraude, la malversación, el engaño y el adulterio, tener cuidado con la carne de cerdo, cerciorándose sobre su procedencia, y rehuir el tránsito por zonas propicias al asalto y las violaciones.
La santería en Cuba
Ha ganado seguidores profusamente y según datos extraoficiales, el 80 por ciento de la población cubana practica o acude a recibir la asistencia de los sacerdotes de la santería conocidos también como padrinos.
Los cultos sincréticos, llegados a Cuba con los esclavos africanos en la época colonial, se trasmiten por tradición oral de una generación a otra a través de rezos, ritos, conjuros, fórmulas mágicas, refranes, bailes, cantos, sacrificios y liturgias.
La santería tiene en la adivinación una de sus principales prácticas y entre sus elementos propios a los caracoles, destinados al acto de consulta, y el uso de los llamados “collares de fundamento”, confeccionados con cuentas de los colores que caracterizan a cada deidad.