Están matando a nuestras mujeres y niñas y no lo podemos permitir, sentenció el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, al advertir que la violencia tradicional contra las mujeres en México y en el mundo se agravó en los tiempos recientes.
Al asegurar que el alto tribunal constitucional es un aliado en la lucha de las mujeres por proteger sus derechos humanos, el ministro presidente consideró que si los hombres no son empáticos con las mujeres nunca se podrá contar con una sociedad más justa.
Por ello, al inaugurar el Laboratorio sobre Mecanismos de Protección de los Derechos de las Mujeres en las Américas en la sede principal de la SCJN, Zaldívar Lelo de Larrea enfatizó que si bien existen leyes y jurisprudencias que velan por mantener vigentes los derechos humanos de las mujeres en el país, no son medidas suficientes para acabar con la violencia física y sexual que a diario enfrentan las mujeres mexicanas.
Sostuvo que es preciso acudir a nuevas formas de educación para desterrar el modelo machista que por décadas ha hecho creer a muchas personas que los niños son superiores a las niñas.
“Tenemos que cambiar la forma como educamos a nuestras niñas y a nuestros niños, esta educación machista en la cual, a veces de manera subrepticia le hacemos creer a los niños que son superiores y a las niñas inferiores tiene que acabar porque estos micromachismos que se van reproduciendo a lo largo de la vida, terminan en violencia sexual y en feminicidio” sostuvo el ministro presidente de la Corte.
Los esfuerzos por superar la situación crítica que enfrenta el país en cuestión de feminicidios también – dijo – involucran a los centros de trabajo públicos y privados donde trabajan las mujeres ya que deben estar libres de acoso sexual, acotó el ministro Zaldívar.
En el lenguaje, en la mirada, en el comportamiento, en la discriminación laboral, en el acoso en el sentido más amplio del término, todos tenemos una responsabilidad para hacer diferencia, los hombres tenemos que hace un enorme esfuerzo para ser empáticos con la lucha de las mujeres (…) tratar de imaginar qué se siente que desde que uno se despierte tener múltiples acoso, a veces en la casa y desde que salen de la casa, en el transporte público, en la calle, en la oficina, en la escuela, en la universidad” agregó al subrayar que las violencia contra las mujeres es un problema de toda la sociedad.
En seguida, ratificó su solidaridad y compromiso con la lucha de las mujeres en el país.
Quiero reiterar de manera categórica mi solidaridad con su lucha, con sus derechos, con sus protestas, con su enojo, con su coraje, con sus miedos” expresó en medio de aplausos de los asistentes al foro para buscar mecanismos de protección a los derechos de las mujeres en el continente.
Por otra parte, la ministra Norma Lucía Piña Hernández reprochó que sean las mismas autoridades las que recriminen a las madres el “no haber educado bien a sus hijas” cuando fueron víctimas de feminicidio, cuando los niveles de impunidad en estos delitos son muy altos y la negligencia de las autoridades para esclarecer debidamente los crímenes aparece frecuentemente los casos de este tipo de crímenes.
Es patente que quien reacciona ante los feminicidios son los familiares de las víctimas, quienes a su vez son ridiculizados, estigmatizados y humillados, en especial las madres que salen a exigir justicia para sus hijas: éstas mujeres son sujetas a un asedio constante por parte de las autoridades, quienes les reprochan que ellas no cumplieron con su función de madres porque no enseñaron a sus hijas a ser mujeres decentes o a que no se expusieran teniendo compañías que les pudieran causar daño”, criticó la ministra.
Agregó que desgraciadamente las tragedias de feminicidios acontecidas recientemente en el país no solamente han colocado a México como noticia internacional, sino que además han lastimado y herido profundamente a la sociedad y obligación de que tienen como juzgadoras y juzgadores es la de impartir justicia con perspectiva de género “y responder el legítimo reclamo de la sociedad”, aseveró la ministra.