Ciudad de México, 20 de marzo.- Senadores y diputados federales del PAN y de MC opinaron que las revelaciones del exconsejero jurídico de la Presidencia Julio Scherer Ibarra exhiben las corruptelas y modus operandi de funcionarios y exfuncionarios de la 4T, y evidencian la grave crisis de gobernabilidad e inseguridad en el país que ha quedado relegada por los pleitos internos y la agenda de personales por encima de los problemas nacionales.
La vicecoordinadora del PAN en el Senado, Kenia López Rabadán, dijo a EL UNIVERSAL que lo revelado por Scherer evidencia “que el gobierno que quería hacer una transformación, simplemente ha quedado en una farsa porque queda claro que hay una corrupción sistemática dentro de la 4T que ha sido denunciada por unos y otros”.
La diputada por MC Ivonne Ortega refirió en Twitter: “En el primer círculo del poder presidencial el cruce de acusaciones deja ver un uso de instituciones para venganzas personales”, dijo.
Carlos Valenzuela, vicecoordinador del PAN en la Cámara de Diputados, dijo que las revelaciones de Scherer “abren la caja de Pandora de la corrupción, las pugnas, extorsiones, vendettas y el uso faccioso de la Fiscalía General de la República por parte de Gertz Manero en contra de opositores, empresarios e incluso de morenistas”.
“Es una denuncia grave porque Scherer era uno de los colaboradores más cercanos al Presidente y que hable de estas extorsiones evidencia el riesgoso resurgimiento de un sistema autoritario, similar al PRI de los años 70”.
A su vez, el senador por Morena Sergio Pérez Flores dijo que los señalamientos del exconsejero en nada ayudan a la agenda del gobierno.
José Antonio Crespo, del CIDE, dijo que en el interior del gobierno existe un cortocircuito por rivalidades personales. “Entre Scherer y el fiscal sí existen problemas legales, sí hay acusaciones, sobre todo que recaen en Scherer”.
Para el analista político David Saucedo es evidente que al interior del gabinete político hay graves fracturas que están erosionando su gobierno. “Tenemos en esta 4T un equipo de trabajo que enfrenta diferencias y divisiones internas que han ido escalando y afectando la imagen del Presidente, quien no ha fungido como árbitro para frenar estas pugnas”.