Tanto las decisiones del gobierno federal como el coronavirus (Covid-19) y otros factores externos provocaron la percepción de que no habrá avances económicos importantes ni en 2020 ni para 2021, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
De acuerdo con el reciente Informe Trimestral del Banco de México, la previsión de crecimiento estará rango de 0.5% a 1.5% para 2020 y de 1.1% a 2.1% para el próximo año.
Por ello, el CEESP consideró que el gobierno debe estimular la inversión y el empleo productivo con el fin de impulsar el consumo y el bienestar a través de certidumbre, medidas claras y acciones eficientes que propicien un entorno idóneo para empresas y personas.
“No hay nada como la confianza en un ambiente tan riesgoso, de nerviosismo y de alta volatilidad global”, como la que se vive, expuso el organismo.
En 2019, la economía mexicana terminó con un decrecimiento, que de acuerdo con el Inegi fue de -0.14%, y aunque no se trata de recesión, hay estancamiento, detalló el CEESP.
Destacó que en la industria hay debilitamiento, en especial de la minería, la cual cayó 5%, mientras que la construcción lo hizo -5.1%, actividades productivas que tienen relación con el comportamiento de la inversión y la generación de empleos.
A eso se le suma el hecho de que Pemex sigue en situación delicada, hay subejercicio en inversiones presupuestarias en dicha empresa, y la inversión insuficiente en exploración y producción de crudo es grave.