Se desata la violencia durante marcha de miles de iraníes en protesta contra el gobierno

Las fuerzas de seguridad atacaron a los manifestantes con gases lacrimógenos, los golpearon con porras y en algunos lugares, como Teherán, Shiraz, Qazvin y Saghez, abrieron fuego contra ellos.

Decenas de protestantes iraníes se dirigieron a Saghez para conmemorar los 40 días de la muerte de Masha Amin, quien murió en manos de la policía y que ha desato uno de los movimientos civiles más fuertes de la historia del país.

Irán lleva 6 semanas sumergido en protestas que llevan el nombre de Masha Amini como estandarte. Las calles de las ciudades iraníes se han llenado de escenas que han conmocionado tanto al país como al mundo. Quemas de hijabs, gritos de libertad, quemas y ataques a la policía se han visto por parte de mujeres y hombres que exigen justicia para la joven y el final de la represión islámica.

Los manifestantes han pedido la muerte de Alí Jamenei, el líder supremo de Iran y el fin de la República Islámica. Las protestas se han convertido en uno de los desafíos más audaces al liderazgo clerical desde la revolución de 1979. “¡Muerte al dictador!” gritaron los manifestantes alrededor de la tumba de Masha, mientras las mujeres se arrebataron los hiyabs y exigían libertad.

En Saghez como en el resto del país, el día 40 desde la muerte de Mahsa Amini, desencadenó protestas que se llenaron de violencia. Según medios locales de comunicación, las fuerzas de seguridad atacaron a los manifestantes con gases lacrimógenos, los golpearon con porras y en algunos lugares, como Teherán, Shiraz, Qazvin y Saghez, abrieron fuego contra ellos.

“Lucharemos y recuperaremos Irán”, gritaban hombres y mujeres en las universidades, calles y principales de ciudades de Iran. En la capital, Teherán, las mujeres arrojaron sus hijabs a las hogueras de la calle, gritando “¡Libertad! Libertad!”, mostraron los vídeos. En muchos lugares, los manifestantes condenaron al líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei, y corearon su muerte y su destitución.

El movimiento civil que surgió tras la muerte de Masha es considerado por las autoridades como una amenaza para la seguridad nacional. En las últimas 6 semanas de protestas, más de 234 personas han fallecido, entre ellas 29 menores de edad. La ONG Iran Human Rights (IRH), con sede en Noruega, actualizó el pasado jueves su recuento para dar cuenta de 234 víctimas mortales, repartidas en 18 provincias.

Los detenidos en el marco de estas protestas también se cuentan por cientos y, aunque no hay balances claros, las autoridades sí informaron hace unos días de más de 1,800 personas arrestadas. Las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos estiman que la cifra real es mayor.

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