Se deslindan ex senadores de acusaciones en caso de Emilio Lozoya

Integrantes de la que fue 62 Legislatura del Senado se deslindaron de la información dada a conocer en columnas periodísticas que señalan su probable participación en sobornos para la aprobación de la reforma energética el sexenio pasado.
Señalaron que las supuestas acusaciones del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, son sólo un distractor de los problemas del país.
A su vez, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió que en el caso Odebrecht declare quien tenga que declarar, entre ellos los exmandatarios Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, y dijo que no detendrá las investigaciones porque son labor y responsabilidad de la Fiscalía General de la República (FGR).
En espacios periodísticos como los de los columnistas y colaboradores de EL UNIVERSAL, Carlos Loret de Mola y Mario Maldonado, se ha informado de que, según las primeras declaraciones del exdirector de Pemex Emilio Lozoya se habría tejido un mecanismo de sobornos a algunos senadores de la 62 Legislatura para aprobar la reforma energética.
Al respecto, los exsenadores y también expanistas Ernesto Cordero Arroyo y Jorge Luis Lavalle Maury rechazaron tales versiones.
Cordero Arroyo, quien ocupó la presidencia del Senado en la 62 Legislatura, la de la reforma energética, escribió en Twitter: “Rechazo categóricamente las acusaciones”. Dijo que los señalamientos en su contra “son falsos, sin sustento ni pruebas”, al aseverar que “siempre he actuado con legalidad en las responsabilidades que he desempeñado como servidor público”.
Otro expanista, Jorge Luis Lavalle Maury, uno de los más activos senadores —entonces del PAN— en el trabajo en comisiones a favor del dictamen de cambios a la Constitución y luego a la legislación secundaria, rechazó como “absolutamente falso que haya recibido algo a cambio de su voto”. Negó que haya recibido sobornos de parte del exdirector de Pemex a cambio de que aprobara la reforma.
Refirió que es “absolutamente falso” que haya recibido algo a cambio de su voto y su trabajo para lograr la aprobación de la iniciativa panista que se transformó en la modificación. En un mensaje difundido en sus redes sociales, Lavalle señaló:
“Esta reforma fue planteada desde hace muchos años por el PAN y resulta absurdo que se pretendan ligar los malos manejos que se hicieron en la administración anterior con la aprobación de una reforma que era y es necesaria para México”.
Al fijar postura, la dirigencia nacional del PAN señaló que “los dichos de Lozoya pretenden ser un distractor y la cortina de humo perfecta ante el fracaso del gobierno de López Obrador en la economía, con el creciente desempleo, la pésima gestión ante el Covid-19 y las muertes que pudieron evitarse, así como su fracaso ante la lucha contra la inseguridad”.
Acción Nacional refrendó su compromiso con el combate a la corrupción, pero precisó que no consentirá ninguna ilegalidad cometida por ninguna persona, como tampoco permitirá que se use la justicia como instrumento de propaganda para dañar al partido.
Resaltó que los legisladores del PAN no tenían que ser convencidos de la reforma energética ni de su legislación secundaria, ya que siempre hemos estado a favor de abrir la inversión, modernizar y hacer más competitivo el sector energético, impulsando las energías limpias.
Por la mañana, López Obrador pidió a la FGR que cite a declarar todos los involucrados en el caso Lozoya, incluidos a Peña Nieto y Calderón, porque ese escándalo de sobornos y corrupción involucra a los últimos dos sexenios. Incluso, retomó las columna del periodista Carlos Loret de Mola en las que se explica el modus operandi de los sobornos que hacía el exdirector de Pemex a políticos.
Durante su conferencia de prensa, en las instalaciones de la 28 Zona Militar, el Jefe del Ejecutivo federal pidió al vocero de Presidencia, Jesús Ramírez, leer los textos publicados en EL UNIVERSAL. En Las Cajas Fuertes de Lozoya, del 21 de julio, Loret de Mola da a conocer que Lozoya tenía una serie de cajas fuertes para concentrar grandes cantidades de efectivo en departamentos de la zona de Polanco, el cual servía para sobornar a políticos en el marco de la aprobación de la reforma energética.
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