Durante los últimos años, la cantante Demi Lovato ha experimentado muchísimos altibajos, tan sólo hace unos días confesó que el consumo de drogas, que la llevó a sufrir una sobredosis en 2018, fue por sus innumerables inseguridades y traumas que generó por llevar una vida muy superficial, por lo que ahora quiere hacer un drástico cambio de estilo, para dejar en claro que no le importa más lo que digan de ella.
La antigua estrella Disney sostuvo que en el pasado su autoestima se veía mermada cuando le hacían comentarios acerca de sus cortes de cabello, como cuando se tiñó el pelo de rosa o, de forma más reciente, cuando optó por presentarse ante sus fans con un corte bob. La nueva idea de Lovato es raparse la cabeza como acto de rebeldía contra los estereotipos de belleza y autoafirmación.
“Cuando no les gusta, esto intensifica mis miedos e inseguridades sobre quién soy realmente”, ha añadido justo antes de explicar el sentido de una decisión tan rotunda como la de desprenderse por completo de su cabello. Pero explicó que raparse sería un acto simbólico, pues se desprendía de esa caja heteronormativa en la que he estado confinada durante tantos años.
Estas declaraciones las hizo para la revista Glamour, a la cual también le hizo una breve referencia acerca de su ya extinto compromiso matrimonial con el actor Max Ehrich, pero sólo para “agradecer” que de difunta historia de amor supo que era bisexual. “A medida que me iba haciendo mayor, notaba más y más lo que era tan evidente”, expuso la cantante de 28 años.
Un problema grave
Demi Lovato sufrió tres derrames cerebrales y un infarto por una sobredosis en 2018, pero confesó que no ha dejado por completo las drogas, en específico la mariguana, y el alcohol.
Esto es una decisión de ella, pues expresó que necesita encontrar un equilibrio que regule su forma de vida, ya que tener una restricción completa podría acercarla a una recaída. Lovato está asesorada por su coach de recuperación, quien todo el tiempo está respaldando sus decisiones sobre este tema.