Cancún, 26 de julio.- La entrega de 150 mil pesos por parte de la Secretaría del Bienestar federal, para la edificación de una escuela en el asentamiento irregular “Emiliano Zapata” ha generado un fuerte conflicto en esta comunidad, pues el presidente del comité de padres es acusado de romperle una botella en la cara de una persona cercana al tesorero, además de amenazar con una escopeta al enlace gubernamental, en exigencia de estos recursos.
A través de un programa federal, el comité de padres consiguió el financiamiento para la edificación de una escuela, en un terreno que les fue donado hace 20 años en esta zona del ejido Alfredo V, Bonfil, en la salida a Mérida; sin embargo, estos recursos fueron entregados para ser administrados por la tesorera, lo que supuestamente enfureció al presidente del consejo, Felipe M.
Un ciudadano perteneciente a este asentamiento, quien pidió ser mantenido en el anonimato, señaló que Felipe M. no solo es primo del dueño de las tierras circundantes, lo que el otorga mucho poder en “Emiliano Zapata”, sino que además trabajaba como ayudante de albañil en esta obra, aunque en realidad era quien le daba órdenes al responsable de obra.
Desde la liberación de los recursos, él había exigido que fueran traspasados a una cuenta personal para administrarlos, pero esto le fue negado, comenzando los roces internos.
El pasado sábado, 18 de julio, llegó un cargamento de material, acudiendo al lugar Elazar C. Vl, el esposo de la tesorera, a contabilizar que estuviera todo.
La presencia fiscalizadora de esta persona hizo que Felipe M. se le fuera encima, asegurando que él no tenía nada qué hacer en la obra, lo generó una discusión que acabó con el presidente quebrándole una botella en la cara a la víctima, quien sufrió la fractura de su nariz.
Por estos hechos, ya se interpuso una denuncia ante la Fiscalía General del Estado, con número de carpeta 11699, además de votar el comité por expulsar a esta persona como presidente.
Pero el problema no acaba ahí, pues aseguran que Felipe M. se pasea por el asentamiento con una escopeta, con la que incluso encañonó al enlace con el programa de Bienestar, para exigir ser regresado al comité y al manejo de los recursos.
Aunque ya se solicitó el auxilio de la Gendarmería, existe temor en la comunidad, por ser el primo del propietario de las tierras que muchos ocupan.