Quintana Roo, 20 de julio de 2020.- “Sembrando Vida presentado como el Programa Prioritario del Gobierno Federal que inició en 2019, ha sido un fracaso total por diversas razones.
La meta inicial era sembrar 575 millones de árboles y plantas, de los cuales, sólo alcanzaron a plantar 80 millones, de ese total, apenas la mitad sobrevivió.
En su primer año de operación, el programa contó con un presupuesto de 15 mil millones de pesos, mientras que para 2020 esta ejerciendo 28 mil 504 millones de pesos, esto es, el 59 por ciento de todo el presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y prácticamente los recursos que recibirá la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat), dió a conocer la Presidenta del CDE del PRI en Quintana Roo, Candy Ayuso
“No solo los datos demuestran el fracaso de Sembrando Vida, el CONEVAL advirtió, que tampoco cuenta con un calendario de distribución y entrega de plantas que coincida con los ciclos agrícolas para evitar la muerte de las mismas” sostuvo Ayuso Achach.
Con tan malos resultados y sin tener claro en qué y cómo se gastó el presupuesto del programa en 2019, resulta increíble que para 2020 se ha invertido casi 3 veces más en un programa lleno de opacidad en su operación, que priorizar el salvar la vida de las y los mexicanos y no lo logra.
“Además, la entrega de apoyos individuales a los ejidatarios para que participen en el programa Sembrando vida, ha generado divisionismo y roto el tejido social. En un contexto donde 70 por ciento de los terrenos forestales y 50 por ciento de los rurales están en manos de ejidos y comunidades, el diseño de esa acción es claro que no entiende esta realidad“, expresó la dirigente del PRI en el Estado.
En Quintana Roo este programa no ha dado los resultados prometidos y las quejas contra sus operadores han ido en aumento, así como la de los propios beneficiarios por los fracasos obtenidos al no sobrevivir las plantaciones.
“Ante el evidente fracaso del “Sembrando Vida” el PRI propone revisar los objetivos del programa para que se convierta en un verdadero generador de empleo en el campo y un motor para la regeneración del medioambiente. Esto significaría, entre muchas otras cosas, que el programa tendría que estar siendo supervisado por la Secretaría del Medio Ambiente, y no quedar sólo en manos de las Secretarías de Bienestar y de la Defensa.
De no modificar, es evidente que este gobierno prefiere regalar el dinero a programas sin estructura y cosechar votos, en lugar de darle prioridad a la vida y salud de las y los mexicanos, así como, invertir en apoyos reales para los más afectados ante esta situación”, finalizó Candy Ayuso Achach.