CANCUN | Armando Castillo Montejo | Reportero
Cuando Ángeles Saucedo Juárez dio a luz a su pequeño Sergio el 23 de noviembre de 1989, no imaginó jamás que su hijo se convertiría en una promesa del futbol mexicano. Hoy, el cancunense Sergio Nápoles Saucedo es uno de los flamantes refuerzos de las Chivas de Guadalajara para el Torneo Apertura 2014.
Hasta el torneo que recién concluyó, Nápoles jugó con Cruz Azul donde solamente militó dos torneos cortos, después de jugar con su club de origen, Atlante, con quien debuto en el máximo circuito del balompié nacional el 24 de abril del 2011 en el estadio Azteca,ante América.
Para “Gelo”, como le llaman sus familiares más cercanos, ser mamá y papá a la vez no fue tarea fácil, mucho menos cuando ésta tarea la multiplicas por tres, porque también tuvo que trabajar para sacar adelante a sus hijos. Sin embargo, encontró el apoyo incondicional de sus padres Javier Saucedo (+) y Gloria Juárez, quienes se encargaron de llevar la mayoría de las veces a los entrenamientos de Sergio “Zipo” Nápoles Saucedo.
PalcoQuintanarroense.com fue recibido por la señora “Gelo” en la casa que hace unos meses fue comprada con el producto de la venta de su hijo Sergio al Cruz Azul.
“Mamá, quiero invertir mi dinero en bienes raíces, y que compra ésta casa, claro que la está pagando, pero en pocos meses ha cambiado mi vida, nunca me imaginé tener la dicha de disfrutar lo que está viviendo mi hijo, cuando hace unos meses a punto estuvo de enrolarse con los Venados de Mérida”, dijo.
Sin embargo, no todo ha sido alegría en la familia Saucedo, por que cuando Sergio apenas tenía dos años de edad falleció su padre Sergio Nápoles Rodríguez y a partir de ahí empezó la tarea de la señora “Gelo”, ser mamá y papá, pero no dejó de repasar uno de los momentos más duros de su vida, la muerte de su señor padre, Don Javier, el pasado 29 de julio de 2011, afectándole más a “Zipo” la partida del adorado abuelo, su fiel compañero en los entrenamientos de su infancia.
“Mi padre no se perdió un entrenamiento de “Zipo” y me decía, no me quiero morir sin antes ver debutar a mi nieto, porque ya estaba dado de alta en el Atlante, pero el Profe Cruz, quien fue el que lo subió al primer equipo, no pudo debutarlo, siendo Miguel Herrera, el 24 de abril del 2011, en el estadio Azteca contra América, quedando el partido 1-1, y el 29 de julio de ese mismo año fallece mi padre”, explica con un nudo en la garganta, pero con un porte de una gran señora.
Antes de continuar con la entrevista, la señora “Gelo” nos llevó a un cuarto donde está parte de los inicios de “Zippo” en el futbol infantil y hasta el profesionalismo, a través de fotos colgadas en las paredes.
“El que lo mete al futbol es su tío Cuauhtémoc (Domínguez), ex jugador de los Pioneros de Cancún, quien estando como auxiliar técnico, empieza a llevárselo a los entrenamientos del equipo y terminó llevándolo en los viajes”.
De regreso al comedor de la sala, donde también hay muchas fotos de “Zipo”, la señora Ángeles continúa narrando los inicios del refuerzo de las Chivas de Guadalajara para el Torneo Apertura 2014, pero muestra unas gráficas donde Sergio está con una buena camada de futbolistas cancunenses, y que prometían mucho, pero casi todos se quedaron en el camino, salvo su gran amigo de infancia y hasta la fecha, Carlos Vela Garrido, quien milita en el futbol europeo.
Desde los 4 años de edad, “Zipo”, ya estaba jugando en el equipo Linces, dirigido por el profesor César Aranda, “me acuerdo que no lo querían aceptar, porque estaba muy pequeño de estatura y de edad, sin embargo, ya se le vía el porte de jugador, pero a las recomendaciones de su tío Cuauhtémoc, lograron admitir, para que después jugara con el conjunto Chivas Itzamna, bajo la dirección del profesor Héctor Almazan, con quien estaría alrededor de 7 años.
En segundo y tercero de secundaria, comenta la orgullo madre, es becado por La Salle, con quienes lograron ganar la VIII Copa Nacional Coca Cola, que le valió para que formara parte del equipo de Tercera División, Pioneros de Cancún, sin embargo, no llenó sus expectativas, y es cuando busca nuevos horizontes fuera de su tierra natal, obteniendo la oportunidad de formar parte de las Fuerza Básicas de los Pumas de la UNAM, a la edad de 14 años.
Algo pasó en Pumas, describe la señora, para irse a Cruz Azul, donde su paso fue efímero, regresando a Pioneros de Cancún, al equipo de Segunda División, para luego ser convocado a la selección nacional Sub-20 con Chucho Ramírez, pero al regresar a Cancún siente que tiene que volver a emigrar, enrolándose con los Loros de Colima, de la Primera “A”; sin embargo, llegó la oportunidad para que se enfundara la camiseta del Atlante, en la Sub-20, con su profesor de futbol rápido, Edmundo Hernández.
Con el Atlante, en la era del “Profe” Cruz, Ángeles cuenta, y del otro lado de la mesa escucha con atención la abuelita Gloria, pasaron 6 meses para que fuera subido al primer equipo, sin embargo, no pudo debutar en la Liga MX; pero el sueño se cumplió con Miguel Herrera, no sin antes haber pasado “Zipo” por una de las malas experiencias en su vida. La llegada de Mario García, como entrenador del Atlante, sería una de las etapas más triste en su carrera futbolística de mi hijo.
Logró aguantar las humillaciones, hasta que llegó Ricardo Lavolpe, quien a pesar de no saber nada de “Zipo” terminó dándole la confianza, al grado de que todos los jóvenes de la Sub-20, lograron llevar al equipo Atlante a la final de la Copa MX, que la perdieron ante Cruz Azul, pero ya estaba como entrenador Daniel Guzmán, ante la salida de Lavolpe, por salud; es ahí donde lo ve Memo Vázquez, director técnico de la Máquina, quien intenta llevárselo, pero no lo deja el Atlante.
Sin embargo, describe detalladamente la señora “Gelo”, el Cruz Azul hace efectiva la compra en el Draft del 2013 (junio), y se llevan a mi hijo; para que a partir de ahí, nuestras vidas cambian para bien, totalmente, porque un año antes habíamos pasado por problemas económicos, al grado de vendí mi coche, porque me quede sin trabajo, y “Zipo”, en el Atlante, era uno de los jugadores que menos ganaban.
Con la venta al Cruz Azul, mi hijo me dice, mamá voy a invertir mi dinero en bienes raíces, y es cuando paga el enganche de la casa donde actualmente vivimos; pero ya en el Cruz Azul, juega de titular en la era de Memo Vázquez, pero no se dan los resultados, y llega Luis Fernando Tena, para que “Zipo” se convirtiera en relevo, sin embargo, lograron ganar la Copa MX y la Concachampion en el 2014, siendo una inmensa alegría como madre, disfrutar de sus éxitos de mi hijo.
Lo bueno de “Zipo” está por venir, quien nunca se imagino que para el Torneo Apertura 2014 de la Liga MX, vestiría la camisa del equipo de sus amores de infancia, Chivas, aunque estaba consciente de que saldría del Cruz Azul, porque equipos como América, Monterrey, Morelia y León, se habían interesado en su carta, pero los directivos tapatíos llegaron al Draft del 2014 (junio) con la maleta llena de dinero para comprar a una de las promesas del futbol mexicano, oriundo y orgullosamente de Cancún, Sergio “Zippo” Nápoles Saucedo, con 24 años de edad.
La amena entrevista terminó con un final feliz y emotivo, porque la señora “Gelo”, presumió el coche que su hijo “Zipo” le compró antes de que se reportara a la pretemporada del Cruz Azul (2 de junio). “Fue una sorpresa, nunca me lo imaginé, porque él estaba arreglando sus cosas para irse a Cruz Azul, cuando me dijo que me había comprado mi coche, no lo creí, pero me enseñó los papeles, y feliz por el detalle.
“Me considero la madre más feliz del mundo, tengo un hijo con los pies sobre la tierra, y espero en Dios que siempre sea humilde, que todas sus temas que se trace las cumpla, como el jugar en 4 años el Mundial 2018 con la selección nacional, así como emigrar al futbol europeo; es un muchacho de retos, cuando se propone algo, lo cumple”, destacó la orgullosa mamá, quien también en sus años “mozos” jugó futbol femenil, defensa y portera, porque viene de una familia futbolera.