Ciudad de México – La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó de forma contundente la posibilidad de que el Gobierno de Estados Unidos utilice drones en territorio mexicano para atacar a los cárteles de la droga, como lo reportó este martes la cadena NBC News.
“De manera pública lo hemos dicho siempre: no estamos de acuerdo. Primero, porque no estamos de acuerdo con ninguna intervención ni injerencismo, eso ha sido muy claro. Nos coordinamos, colaboramos, no nos subordinamos”, declaró la mandataria durante su conferencia matutina.
El reporte de NBC News señala que la administración del presidente Donald Trump estaría considerando ataques con drones como parte de su estrategia para frenar el tráfico de drogas a través de la frontera sur. Según el medio, las discusiones se encuentran en una fase inicial y buscarían la cooperación del Gobierno mexicano.
Sheinbaum reconoció que la propuesta ha sido mencionada informalmente por el gobierno estadounidense, pero no ha sido planteada de manera oficial. Aseguró que su administración ya dejó clara su postura a Washington: este tipo de acciones no resolverían el problema.
“No resolvería nada, se les ha dicho. No es que lo hayan planteado abiertamente, pero se les ha dicho que eso no resuelve. Lo que resuelve es estar en este trabajo permanente de atención a las causas y detenciones, que tiene que ver con la inteligencia e investigación, con cooperación y cero impunidad”, afirmó.
La presidenta también recordó que el pasado 2 de abril entró en vigor una reforma constitucional que refuerza la soberanía nacional y penaliza severamente cualquier acto de intervención extranjera. Esta reforma establece prisión preventiva oficiosa y pide la pena más severa contra extranjeros que atenten contra la integridad, independencia y soberanía del país.
Las nuevas disposiciones contemplan sanciones por acciones como golpes de Estado, injerencia en procesos electorales y violaciones del territorio nacional —ya sea por tierra, agua o espacio aéreo—, sin autorización expresa del Estado mexicano.
Con este posicionamiento, el Gobierno de México busca dejar en claro que, si bien está abierto a la cooperación con otras naciones en temas de seguridad, no permitirá ningún tipo de intervención que comprometa su soberanía.