Ciudad de México, 16 de abril de 2025 — En medio de crecientes presiones por parte del expresidente estadounidense Donald Trump, quien exige saldar el adeudo de agua con productores de Texas, la presidenta Claudia Sheinbaum dejó claro que México no cederá más recursos hídricos de los que realmente dispone.
“No se puede dar más agua de la que existe”, declaró la mandataria durante su conferencia en Palacio Nacional. “Tampoco podemos dejar a los agricultores y a las poblaciones en México sin agua, pero hay muy buen ambiente para el diálogo y la coordinación”, agregó.
El pronunciamiento se da en el contexto de las negociaciones para cumplir con el Tratado de Aguas de 1944, que obliga a México a entregar anualmente cierta cantidad de agua del Río Bravo a Estados Unidos. Sheinbaum aseguró que su administración mantiene un diálogo activo con autoridades estatales y municipales en la frontera norte del país para cumplir con el acuerdo internacional sin comprometer el abasto nacional.
“Hay una mesa de trabajo donde participa la Secretaría de Relaciones Exteriores, Conagua, Medio Ambiente y un área especializada en el Tratado de 1944. Es mentira que estemos cediendo a lo que dice Estados Unidos”, aclaró ayer la presidenta.
El tema cobró mayor visibilidad tras una nota de Grupo REFORMA que reveló el aumento en la extracción de agua de la presa La Amistad, en Coahuila. En respuesta, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) emitió una aclaración: ese incremento no está vinculado al tratado internacional, sino que corresponde a un procedimiento ordinario para abastecer a 13 ciudades y al distrito de riego 025 en el noreste del país.
“La extracción del domingo se realizó como parte del manejo regular del sistema de presas La Amistad y Falcón”, informó Conagua en una nota difundida el martes, desmintiendo que se tratara de una entrega anticipada a Estados Unidos.
Sin embargo, autoridades estatales y municipales de Coahuila habían manifestado preocupación el lunes por lo que calificaron como una “extracción extraordinaria” con destino a cultivos texanos. Ante ello, la postura del Gobierno federal busca apaciguar las tensiones y dejar en claro que no se comprometerá la soberanía hídrica de México ni el bienestar de sus comunidades agrícolas.
Con este posicionamiento, Sheinbaum reitera su defensa de los recursos nacionales, en un momento donde el agua se convierte en un tema cada vez más sensible en la agenda binacional.