El locutor y cronista deportivo Pedro “Mago” Septién se hizo merecedor de ese mote por su gran capacidad para narra juegos que no veía, como un duelo de 1951 en el que perdió la transmisión y reconstruyó el partido con ayuda de un cable informativo.
“Para ganar el evento, para llamar la atención. Si no había evento, tú lo inventabas”, dijo años más tarde en una entrevista con Televisa, empresa para la que trabajó hasta el fin de sus días, en los que narró 55 series Mundial de béisbol para esa cadena.
“Mago” Septién, quien falleció la noche del miércoles a los 97 años de edad, narró más de 6,500 juegos de béisbol. Compartió época con otros grandes del micrófono como Ángel Fernández y Sony Alarcón.
El Mago pasó sus últimos días en su casa en Querétaro, rodeado por recortes de periódicos, fotografías, pelotas autografiadas y otros recuerdos de una carrera de más de más de siete décadas.
Pedro Septién Orozco era poseedor de un estilo “ortodoxo para narrar, meticuloso, ordenado y preciso”, según su perfil en el sitio del Salón de la Fama del béisbol mexicano, en el que fue electo en 1988.
“Detallista sin igual, asocia la jugada actual con cualquier acontecer que su memoria registra al instante, de algo que sucedió hace 10, 20, 30 años o más. El evento que narra se convierte en una copia perfecta en la mente de quienes lo escuchan”, detalla el perfil.
Nacido en Querétaro en 1916, Septién inició su carrera como cronista deportivo en 1938 y en ella abarcó unas 23 diferentes disciplinas (incluidos box y lucha libre) tanto en radio como en televisión y medios impresos.
Sin embargo, se ganó su lugar en la historia de la crónica deportiva —reconocido con distintos premios del gremio como el Micrófono de Oro— por su descripción detallada en radio de duelos del llamado por él mismo “Rey de los Deportes”, el béisbol.
Con su voz creció la leyenda del pelotero mexicano Fernando El Toro Valenzuela y otros de la época.
Luego de ser croupier en un casino y pelotero amateur, Septién empezó su carrera en la cadena de radio XEQ, de donde pasó a la XEW y XEX, las más prestigiadas de la época de oro de la radio en el país.
Durante su etapa en televisión, tuvo a cargo la narración del primer juego de béisbol televisado, realizado en el Parque Delta de la Ciudad de México en 1951, que hoy es un centro comercial.
El interés de Septién por el béisbol lo llevó a viajar e investigar sobre el deporte tanto en México como en Estados Unidos, de lo cual consiguió un grado de erudición que lo convirtió en “el latino más conocedor del béisbol en la categoría triple A y la Liga Mayor”, según el Salón de la Fama.
En una entrevista en marzo de 2003 con la revista Letras Libres, aún argumentaba su negativa a la teoría de que el béisbol hubiera llegado a México por los estados del norte y dijo que ubicaba el origen de este deporte en Mérida, Yucatán, por su cercanía con Cuba.
Hasta 2011, Septién colaboró con Televisa Deportes como comentarista para juegos de la Serie Mundial.
Durante su carrera también transmitió seis juegos olímpicos y su popularidad le alcanzó para tener algunas participaciones en cine, en películas de deporte donde se interpretaba a él mismo.
La Liga Mexicana de Béisbol y los Diablos Rojos del México, uno de los equipos más populares en el país, además de distintos periodistas y deportistas mexicanos lamentaron la muerte de Septién en Twitter.
En su honor fueron nombrados dos estadios: uno en Querétaro, su ciudad natal, y el otro en la población de Pacho Nuevo, en el municipio de Emiliano Zapata, en Veracruz.