Cancún, 9 de mayo.— A pesar de que la empresa FRBC-PC-CLUB DOS, S. de R.L. de C.V. obtuvo en octubre de 2017 autorización federal para el mejoramiento y estabilización de la zona de playa frente al desarrollo denominado Puerto Cancún, el dragado para la extracción de arena en Puerto Juárez, en plena contingencia sanitaria, despertó fuertes sospechas y motivó, incluso, denuncias ante las autoridades ambientales.
Los trabajos empezaron a principios de abril, a pesar de que el 1 de abril el Gobierno Federal emitió un decreto en el que ordena suspender las actividades no esenciales debido al covid-19.
Aún más, la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus) dispuso mediante oficio, la suspensión, del 30 de marzo al 30 de abril, de las obras de construcción no esenciales.
Sin embargo, barcazas especializadas realizaron labores de dragado en un kilómetro de la playa de Puerto Juárez para extraer toneladas de arena, conforme a la Manifestación de Impacto Ambiental folio 23QR201T0001, de fecha 20 de octubre de 2017.
Y aunque la asociación civil Defensoría Internacional de los Derechos Humanos, con sede en Cancún, interpuso una denuncia ante las autoridades municipales y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por las obras y extracción de arena en Puerto Cancún, la presidenta municipal María Elena Lezama Espinosa se limitó a dar aviso a la Semarnat sobre los trabajos porque la autoridad local no tiene competencia para otorgar permisos para trabajos de esa índole.
En respuesta, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que tanto la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STyPS) como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) revisarían el proyecto Puerto Cancún, pero hasta el momento no se ha dado a conocer sanción alguna.
Gerardo Solís, dirigente de Defensoría Internacional de los Derechos Humanos y abogado ambiental, explicó que las obras violan el Artículo 60 de la Ley General de vida Silvestre, que prohíbe la remoción, relleno, trasplante, poda, o cualquier obra o actividad que afecte la integralidad del flujo hidrológico del manglar; del ecosistema y su zona de influencia; de su productividad natural o de la capacidad de carga natural del ecosistema para los proyectos turísticos.
Además, argumentó que la extracción de arena para la ampliación de playa y duna costera afecta directamente a especies de coral que hay en los arrecifes cercanos por la liberación de sedimentos e impacta en el equilibrio hidrodinámico de la costa.
“Los pastos marinos son un ecosistema muy importante para la fauna de la región”, subrayó.
En los trabajos se emplea una barcaza de dragado que extrae toneladas de arena que conduce por un tubo hacia la playa del exclusivo y lujoso desarrollo inmobiliario Novo Cancún, que consta de cinco torres con 600 departamentos de lujo y 45 habitaciones de hotel en Puerto Cancún.
La autorización para el proyecto, en el que se planeó invertir un billón de dólares, pasó por alto estudios del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología y del Instituto de Ingeniería de la UNAM, en los que se advertía que “la zona donde se proyecta la construcción de duna es un potencial sitio de anidación de tortugas marinas” y no se propusieron medidas para evitar impacto en esa especie protegida.
Puerto Cancún es un proyecto en 327 hectáreas en céntrica zona de Cancún que colindan con la zona hotelera. Los trabajos empezaron en 2003 y en 2009 se concluyó la primera etapa de urbanización en 2009.