La Procuraduría de Justicia de Quintana Roo mantiene en custodia en Cancún cinco aeronaves ultraligeras y una embarcación que fueron asegurados el jueves a Karim de la Rosa Peláez, ex secretario particular del ex alcalde de Benito Juárez, Julián Ricalde Magaña, debido a que no pudo acreditar que esos aparatos son propiedad de la empresa Aero Pirata, de la que se presentó como representante legal.
De acuerdo con datos recabados, las aeronaves estaban en un predio en litigio enfrente del pabellón Cumbres, en l avenida Luis Donaldo Colosio, donde también existían dos aeropistas, una pavimentada y equipada con señalización y otra con superficie de pasto.
Al parecer, las pistas eran usadas por aficionados a volar aparatos operados por medio de sistemas de radio control, pero también allí operaban aviones ultraligeros que suelen usarse para publicidad aérea en el centro de Cancún y la zona hotelera.
Hasta donde se sabe, autoridades federales, incluso el Ejército y la Marina habían hecho constantes inspecciones en esas pistas, para evitar que sean utilizadas para actividades ilegales. De hecho, por lo menos una de ellas fue destruida en las últimas semanas.
Se informó que De la Rosa pidió permiso al ocupante de uno de los predios en litigio para sacar de la zona de las mencionadas pistas las aeronaves y diversas piezas que estaban escondidas. Una vez que embarcó los aparatos en un tráiler y enganchó a un remolque una lancha y se hizo notoria la operación, alguien avisó que a la Procuraduría de que al parecer se estaban robando los ultraligeros.
La Policía Judicial del Estado llegó al lugar y requirió los documentos para verificar la propiedad de los aparatos. La Procuraduría informó que De la Rosa se negó a entregarlos, por lo que fue trasladado hasta la sede del Ministerio Público, donde finalmente comprobó la propiedad de Aeropirata sobre uno de los aparatos.
El procurador Gaspar Armando García Torres aclaró que De la Rosa nunca estuvo detenido e, incluso, el mismo jueves por la noche se retiró de la Procuraduría una vez que concluyeron las diligencias del día.
Los aparatos, a bordo de un tráiler, siguen resguardados en el patio de la Procuraduría en Cancún, donde se realizan diversas diligencias para establecer la propiedad de las aeronaves, pues las matrículas están borradas y se requiere de químicos especiales para obtener la información.
En conferencia de prensa que ofreció la mañana de este viernes, el procurador Gaspar Armando García Torres dijo que la Procuraduría continúa realizando las diligencias ministeriales pertinentes para descartar que las cinco aeronaves y la embarcación aseguradas sean producto de la comisión de algún ilícito, por lo que está en la etapa de acreditar la legal posesión de las unidades, a cargo de quienes dicen ser los propietarios.
Informó que la noche del pasado jueves, Raul karim de la Rosa Peláez, declaró en calidad de presentado ante el agente del ministerio público sin que acreditara con documentos en mano, la propiedad o posesión de alguna de las unidades aéreas.
Solo Eduardo Paredes Moreno, quien dijo ser propietario de un aeroplano, presentó cierta documentación y dijo ser socio de la empresa Aero Pirata S. A. de C. V.,
Así mismo, la autoridad ministerial se encuentra a la espera de recibir el permiso que otorga la dirección de Aeronáutica Civil para el traslado vía carretera de los aeroplanos y poder reforzar la documentación que está siendo entregada por las personas que dicen ser los dueños.
Además de Karim de la Rosa y Eduardo Paredes, comparecieron Oscar Paredes Moreno y Marcelo Arronis, en relación a los hechos asentados en el acta circunstanciada 27/2015, iniciada en la fiscalía especializada en investigación de robos y recuperación de vehículos, ambos dijeron ser socios de la empresa Aero Pirata.
El Procurador aseguró que la autoridad otorga garantías para quien demuestre fehacientemente la legal posesión y procedencia de los cinco aeroplanos ligeros y la embarcación.
Personal de servicios periciales aún trabaja en el peritaje sobre los números de series, mismos que al momento de la inspección en el lugar del aseguramiento no se encontraron legibles, a efecto de confrontar la documentación con la numeración serial de cada aeronave debido a que podrían haber presentado alguna alteración o modificación.
El funcionario concluyó que en caso de encontrar elementos para la probable comisión de un delito, el acta circunstanciada podría elevarse a averiguación previa.