Sin SIDA para el 2030

Desde hace más de 20 años la ONU a través de ONUSIDA busca unir los esfuerzos de todos los países

El SIDA es sin duda una de las epidemias más fuertes que han azotado al mundo desde hace por lo menos cuatro décadas. Al principio además del virus mortal también se le sumaban la desinformación sobre el mismo, la falta de educación sexual en muchas comunidades africanas y grupos desfavorecidos, prostitución no regulada   y desde el luego el bum de las drogas intravenosas. Básicamente el mundo entero en penumbras. Estos y otros factores hicieron que el virus se expandiera de forma silenciosa afectando a miles y miles de personas que sin saber iban contagiando a otros sin darse cuenta.

Desde hace más de 20 años la ONU a través de ONUSIDA busca unir los esfuerzos de todos los países que lo comprenden con distintas estrategias a corto y mediano plazo con la visión de alcanzar   “Cero nuevas infecciones por el VIH. Cero discriminación. Cero muertes relacionadas con el sida”. Se han sumado muchos esfuerzos a lo largo de estos años por crear campañas preventivas y la innovación de medicamentos para poder tratar a las personas que desafortunadamente se han infectado, lo importante no solo es brindar calidad de vida a las personas que lo tienen y prolongar la vida, sino prevenir que afecte a más individuos.

La estrategia inmediata para el combate del VIH/SIDA   se comprende de varias tareas, entre las que destacan facilitar a través de los servicios médicos medicamentos y retrovirales más accesibles en precio y obtención, así como el ingreso a instituciones de salud para tratar enfermedades relacionadas con el virus. Campañas focales de prevención abarcando desde las comunidades más desfavorecidas y desde luego más afectadas hasta el primer mundo. Reducir al menos a la mitad el número de muertes maternas relacionadas con el virus. Control de riesgos para las personas que usan drogas para evitar que se propague el virus por compartir las jeringas o el tener sexo sin protección.

Aún no se ha encontrado la cura o la vacuna 100% segura para no infectarse, sin embargo sí ha habido muchos avances con respecto a mejorar la calidad de vida de quienes están enfermos y de las personas que se encuentran cerca. A pesar de los avances científicos, los avances sociales no han sido tan provechos, la discriminación y la desigualdad en los derechos a recibir ayuda médica y medicamentos aún se ve muy desfavorecida para las personas que no tienen posibilidades o que tienen pareja del mismo sexo entre otras minorías. El mundo debería avanzar a la par de la ciencia pero parece que es inversamente proporcional. Al menos darle tanta relevancia al 1 de diciembre, Día Mundial del Sida ayudará a crear conciencia social poco a poco.

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