CANCÚN, Quintana Roo
Desde 2011, científicos están alertas ante el registro de inusuales terremotos en zonas consideradas asísmicas o de baja sismicidad, como es el caso de la península de Yucatán.
En ese entonces, la alerta surgió como consecuencia de crecientes sismos en las Islas Canarias y en el centro y sur de Estados Unidos, que generan cuestionamientos acerca de qué está pasando en las placas tectónicas.
Todos menos uno de los sismos inusaales reportados ese año se han producido a profundidades superiores a los 20 kilómetros, y cuatro de ellos presentaron magnitudes iguales o superiores a los 2,5 grados de intensidad en la escala de Richter.
Ese mismo año un sismo de 4.8 en la escala Richter llamó la atención en Texas. El hecho fue considerada “sumamente peculiar”.
En varias regiones de España también se han reportado inusuales sismos, pero se atribuyen a la explotación de yacimientos de gas y a un polémico proyecto denominado “Castor”, dedicado al almacenaje de gas subterráneo.
Asimismo, en agosto pasado, en el noroeste de Nicaragua, una región de ese país considerado como asísmico, ocurrieron terremotos inusuales de 2.1 grados ritcher, con epicentro a cinco kilómetros de profundidad.