Enrique Krauze
El escritor e historiador Enrique
Anunciar reformas, planteó, no es suficiente para recuperar legitimidad y liderazgo.
“Esta es, quizá, la más difícil petición que yo haría: que el Presidente encare a la nación, reconozca sus errores y ofrezca una disculpa al pueblo mexicano. Nada confiere mayor nobleza a una persona en el poder que reconocer su humanidad.
“Ninguna estrategia de reformas, ni siquiera la más racional puede reemplazar la legitimidad de un liderazgo ético, especialmente en tiempos de crisis. Encarnar ese liderazgo debe ser la prioridad inmediata de Peña”, afirmó en un artículo publicado ayer en el periódico The New York Times, titulado “Lo que el Presidente de México debe hacer”.
El escritor destacó la necesidad de que Peña recupere liderazgo y legitimidad a partir de la actual crisis, enfrentando incluso las “sombras” que se han generado en temas como la casa adquirida por su esposa Angélica Rivera y las relaciones con el contratista que ganó una licitación del tren México-Querétaro, ahora cancelada.
Ante la crisis generada por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, las movilizaciones de diferentes sectores, incluidos los que piden su renuncia, Peña debe actuar, reiteró Krauze.
“(El Presidente) debe actuar rápidamente para restablecer su credibilidad política y limitar el daño moral a su investidura. La crisis actual lo demanda”, señaló.
Las reformas anunciadas y promovidas recientemente por el mandatario mexicano para enfrentar la crisis en el país, advirtió, no son suficientes.
Incluso, el escritor planteó que son necesarios cambios de fondo en su gabinete, empezando por el secretario responsable de la licitación cancelada, aunque no mencionó por su nombre al titular de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza.
“Por ahora, el Presidente debería hacer cambios de fondo en su gabinete; remover, por ejemplo, al Secretario responsable de haber otorgado la licitación del tren rápido con la misma compañía constructora con la que la primera dama adquirió, parcialmente, su mansión. A juicio de muchos de los críticos del Presidente, esto pudo haber ocurrido como intercambio.
“Aunque la esposa del Presidente está vendiendo la propiedad y el contrato del tren ha sido rescindido, Peña debe reconocer las sombras que estos hechos han arrojado sobre su administración”, apuntó.
Para el historiador, las recientes reformas anunciadas por el Presidente implican una serie de medidas que, de concretarse, centralizarían otra vez el poder.
“Para tratar de resolver la crisis, Peña Nieto ha propuesto una serie de medidas que volverían a centralizar el poder. Busca eliminar más de 1800 policías municipales (para integrarlas a las policías de los 32 estados) y se propone remover, por medios legales, a gobiernos municipales ligados al crimen organizado.
“Algunas de estas propuestas apuntan en la dirección correcta, pero se requiere mucho más, en especial una mayor profesionalización de todos los servicios relacionados con el imperio de la ley, desde la investigación de los crímenes hasta los juzgados y las prisiones”, refirió.
El historiador sostuvo que los niveles de aprobación del Presidente han caído sensiblemente, y no sólo por su lenta reacción al caso Ayotzinapa.
De acuerdo con Krauze, para detener la violencia criminal, replegarla y vencerla, el camino a seguir debe ser diferente al que se tuvo en momentos como la dictadura de Porfirio Díaz o la Revolución Mexicana.