El gobierno holandés anunció ayer la suspensión de la adopción por ciudadanos holandeses de niños en el extranjero.
Reacciona de esta forma a la publicación de un informe crítico de una comisión de investigación sobre el papel del gobierno holandés en la adopción internacional de niños, entre 1967 y 1998, subrayando “diferentes tipos de abusos estructurales” en varios países.
“Es doloroso constatar que el gobierno holandés no hizo lo que se esperaba de él”, declaró el ministro holandés de Protección legal, Sander Dekker.
“Aunque muchas adopciones fueron vividas como positivas, el gobierno debió desempeñar un papel más activo al intervenir en casos de abusos”, precisó, y presentó excusas a los niños adoptados a nombre del gobierno.
Según el gobierno, documentos fueron a veces falsificados, y casos de trata de niños fueron registrados, así como fraude y corrupción.
Las autoridades holandesas habían anunciado en diciembre de 2018 el inicio de una investigación sobre la posible implicación de algunos funcionarios gubernamentales en casos de adopción ilegales ocurridos hace varias décadas, provenientes de Brasil.
El ministro Sander Dekker indicó que instaló un comité de investigación independiente, cuyos trabajos cubrirán el periodo que va de 1967 a 1998.
El comité se concentrará primero en casos de adopción desde Brasil, antes de examinar las provenientes de países en donde se detectaron “signos de posibles abusos en el pasado”, como Colombia, Indonesia, Sri Lanka y Bangladesh.