Los especialistas del sector privado adelantan que una política monetaria más restrictiva por parte del Banco de México presionará al alza toda la curva de rendimientos de la deuda soberana.
El diferencial entre las tasas de referencia de la Reserva Federal y la del Banco de México, considerada como una medida de riesgo sobre la economía mexicana, se ampliaría en 2017 a un ritmo mayor al esperado, según las previsiones del mercado.
Mientras que el rendimiento de los fondos federales estadounidenses cerraría este año en 1.30 por ciento, según el consenso de 77 analistas consultados por Bloomberg, la tasa objetivo del banco mexicano terminaría 2017 en 7.00 por ciento, de acuerdo con la encuesta de expectativas realizada por el Banco de México.
Lo anterior implica que el spread entre ambas tasas referenciales pasaría del rango actual de entre 500 y 525 puntos base hasta unos 575 puntos, según las estimaciones promedio.
De cumplirse los pronósticos, dicho diferencial se ubicaría en un máximo desde 2009, cuando la crisis financiera global elevó la percepción del riesgo sobre países emergentes, entre ellos México.
Según especialistas, el Banco de México adoptará una política monetaria más restrictiva que la Fed, debido al deterioro en las expectativas de inflación, así como por las presiones alcistas sobre el tipo de cambio.
“La tasa de fondeo interbancario tendría que precipitar nuevas subidas de forma independiente a las decisiones de la Fed, estimando un nivel al término de 2017 de 7.0 por ciento, 50 puntos base por arriba del mes pasado”, explicó Luis Jaramillo, economista de Scotiabank México. “Hacia 2018, más cercana al nivel de equilibrio de largo plazo, las alzas moderarían para cerrar en 7.3 por ciento”.
En tanto, Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs, coincidió en que la tasa del Banco de México enfrentaría una mayor presión durante este año, debido a que el organismo será más proclive a usarla como herramienta para evitar una caída del peso, por encima del uso de las reservas internacionales.
“En el manejo de la presión de los mercados cambiarios, la política del banco central se ha alejado de las intervenciones directas, y tenderá a moverse más hacia las alzas de tasas”, señaló.
Para la primera reunión del Banco de México, programada para 9 de febrero, el mercado estima que la tasa de referencia pueda elevarse entre 25 y 50 puntos base, con el propósito de contener las presiones inflacionarias de corto plazo.
RENDIMIENTOS AL ALZA
Los especialistas del sector privado adelantan que una política monetaria más restrictiva por parte del Banco de México presionará al alza toda la curva de rendimientos de la deuda soberana.
Las estimaciones para la tasa de interés que paga el bono M a 10 años paso de 7.92 a 8.43 por ciento para el cierre del 2017, de acuerdo con la encuesta levantada por Banxico. En tanto que para el Cete a 28 días, la previsión del rendimiento pasó de 6.44 a 6.97 por ciento.
Las presiones sobre las tasas de interés y la inflación dependerán parcialmente del anuncio que del gobierno realice respecto al precio de las gasolinas, medidas que entrarían en vigor a partir del próximo sábado.