Ciudad de México – El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que las relaciones del gobierno mexicano con las embajadas de Estados Unidos y Canadá quedarán “en pausa”, en respuesta a las críticas de ambos países hacia la reforma judicial propuesta por su administración.
El martes, López Obrador calificó los comentarios del embajador estadounidense en México, Ken Salazar, y de funcionarios canadienses como una “falta de respeto a nuestra soberanía”. Las declaraciones del mandatario se producen después de que Salazar expresara, el jueves pasado, su preocupación sobre la propuesta de reforma judicial, la cual sugiere que los jueces sean elegidos por voto popular, calificándola de un “riesgo” para la democracia mexicana y advirtiendo sobre posibles repercusiones en la relación comercial entre ambos países. Canadá también manifestó preocupaciones similares.
En respuesta a las críticas, López Obrador aseguró que no solicitará la salida de Salazar del país, atribuyendo sus comentarios al Departamento de Estado de Estados Unidos, aunque exigió una rectificación. Asimismo, el mandatario mexicano acusó a Canadá de injerencia en los asuntos internos de México.
Por su parte, el Departamento de Estado de EE.UU., a través de Brian A. Nichols, jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina y el Caribe, reafirmó su respeto por la soberanía mexicana. En un mensaje en la red social X, Nichols subrayó que Estados Unidos y México deben trabajar juntos “como socios e iguales para promover la seguridad y la prosperidad en América del Norte”, aunque reiteró la preocupación compartida por las reformas constitucionales propuestas en México.
La decisión del presidente mexicano de pausar las relaciones con las embajadas de estos dos países se suma a una serie de tensiones diplomáticas que podrían impactar en las relaciones comerciales y políticas de México con sus socios norteamericanos.