Los Tigres de Quintana Roo, campeones de la zona Sur del béisbol mexicano

Gaspar López Poveda | Arrobadeportes.com

MÉRIDA.- Con cuatro carreras en la sexta entrada, cuando naufragó el pitcheo yucateco, los Tigres de Quintana Roo vencieron 5-4 a los Leones de Yucatán en el séptimo partido de la Serie de Campeonato de la Zona Sur, conquistaron la corona sureña y jugarán por el título de la Liga Mexicana ante Acereros de Monclova que eliminó a Tijuana.

La salida de Jonhatan Castellanos, quien abrió por los Leones, fue determinante. Lesionado por un cañonazo de Jorge Cantú en la pierna de apoyo, el regiomontano se vio obligado a abandonar el desafío. Y el bulpén, brillante el sábado, no pudo la noche de este domingo.

Los melenudos hicieron tres carreras en el primer episodio ante el abridor Daniel Cabrera y todo parecía indicar que habría una fiesta.

Pero hubo drama y suspenso.

En el primer episodio, con uno fuera, José Juan Aguilar disparó sencillo al derecho y poco después timbró la carrera que inauguró la pizarra cuando Ricardo Serrano bateó línea al bosque izquierdo, donde Eugenio Vélez, de manera por demás inexplicable, no pudo contener la pelota que se fue al pie de la barda, Aguilar a la registradora y Serrano a la antesala.

No tardó ahí, pues Jesús “Cacao” Valdez lo remolcó con sencillo al prado izquierdo.

Valdez llegó poco después a tierra prometida cuando Héctor Giménez recibió boleto y Luis Alfonso García fueteó sencillo productor.

Castellanos lanzó de manera por demás eficiente. El primer jit que admitió fue en la quinta entrada (en la cuarta lo salvó Cory Wimberly con espectacular zambullida) cuando precisamente los Tigres anotaron su primera carrera.

Gregory Golson, a quien hoy el timonel Roberto Vizcarra bajó a sexto en el orden al bate, tras ser primero toda la serie, disparó sencillo al central. Jonhtan eliminó a Alfredo Amézaga en elevado al izquierdo y ponchó a Iker Franco, pero Esteban Quiroz, un engañoso noveno bate, disparó un cañonazo por la raya de cal del lado derecho, productor de la anotación; José Juan Aguilar manejó bien la canica y la lanzó al cortador Jaime Pedroza, quien envió la pelota a la antesala para enfriar a Quiroz.

En la sexta, Jonhatan salió lesionado y los Tigres aprovecharon para anotar cuatro carreras y darle la vuelta a la pizarra 5-3. Luego de sacar dos autes, Cantú bateó una línea que impactó en la pierna de Castellanos, quien se dolió. Fue atendido y pareció estar bien, pero luego de sencillo de Jorge Vázquez al derecho fue removido. El dolor le impedía apoyar la pierna, que es la de apoyo para hacer sus disparos. Y eso fue clave. La salida de Jonhatan fue aprovechada por los Tigres, pues los relevistas que trepararon a la loma no hicieron el trabajo.

Miguel Aguilar, el zurdo situacional de los del patio, subió a lanzar y toleró “texas” de Sergio Contreras, remolcador de la segunda en los spikes de Cantú.

Oscar Daniel Verdugo relevó a Aguilar y Golson bateó un cañonazo que a punto estuvo de atrapar el torpedero Kevin Flores, pero sólo le quitó fuerza al batazo, que se fue lentamente al bosque izquierdo, con el que produjo la carrera del empate en los spikes de Vázquez.

Verdugo llenó las bases con pasaporte a Alfredo Amézaga y con transferencia a Iker Franco forzó “de caballito” la carrera que le dio la vuelta a la pizarra, 4-3, anotada por Contreras.

Verdugo fue relevado por Demetrio Gutiérrez, quien firmó transferencia a Esteban Quiroz para enviar al plato, también “de caballito”, la quinta carrera de los visitantes.

En la séptima, cuando ya lanzaba Jesús Castillo, los de casa hicieron su cuarto registro. La entrada del as del bulpén de Bengala, Ramón Ramírez, evitó un desastre.

Castillo toleró sencillo de Israel Núñez, un bombeadito a la pradera derecha que a punto estuvo de atrapar el camarero Carlos Gastélum. Wimberly siguió con rola lenta de jit por el campo corto, que manejó apurado Quiroz y, por la premura, tiró mal a la inicial, permitiendo a Núñez llegar a la antesala y a Corey a la intermedia.

J.J. Aguilar levantó entonces un globo al derecho que envió a Núñez a la registradora y a Wimberly a la esquina caliente.

Ramírez se hizo cargo de la loma y ponchó a Serrano y dominó al “Cacao” en elevado al derecho para acabar la entrada con daño mínimo.

Salir de la versión móvil