En suelo azteca se daba por hecho que los Tigres, un equipo sin tanta tradición ganadora pero con una amplia chequera, darían una buena pelea este año ante River Plate, una de las escuadras históricas del continente pero que no contaba con grandes estrellas como en el pasado.
México.- A la tercera tampoco pudo ser. Aunque se reforzó con figuras provenientes de Europa, el equipo mexicano Tigres fue arrasado 3-0 el miércoles ante River Plate en la final de la Copa Libertadores y perdió la tercera oportunidad del fútbol azteca de levantar este trofeo.
Medios mexicanos buscaban el jueves explicaciones ante los continuos desengaños que sufren sus equipos en el torneo de la Conmebol, en el que juegan como invitados desde 1998, o directamente se resignaban.
“La Libertadores, para México es una misión imposible”, tituló en su portada el diario deportivo Récord.
Antes que Tigres, que afrontó la final con jugadores de la talla del delantero francés André-Pierre Gignac, tuvieron sus oportunidades Cruz Azul y Guadalajara.
En 2001, el equipo celeste logró vencer en el partido de vuelta de la final a Boca Juniors por 1-0 en La Bombonera pero finalmente se le escapó el trofeo en una amarga tanda de penales.
Las Chivas de Guadalajara, en cambio, no tuvieron opciones ante el Internacional brasileño en 2010 y perdieron los dos choques de la final.
En México se daba por hecho que los Tigres, un equipo sin tanta tradición ganadora pero con una amplia chequera, darían una buena pelea este año ante River Plate, una de las escuadras históricas del continente pero que no contaba con grandes estrellas como en el pasado.
Al final poco importaron los nombres. En medio de la olla a presión del estadio Monumental, los Tigres fueron vapuleados por los ‘millonarios’ por un marcador de 3-0 que les daba su tercera Libertadores (tras 1986 y 1996), después de que en la ida en Monterrey (norte) empataran sin goles.
“Pudo más en la final la fuerza de un colectivo convencido de ganar que las individualidades destacadas con las que el equipo mexicano intentó impresionar”, escribió el jueves en su columna Rafael Ocampo, director de Deportes del diario Milenio.
Bajo la lluvia torrencial que cayó durante el choque en Buenos Aires se ahogaron las ilusiones de un equipo diseñado específicamente para ganar este campeonato, en el que Cemex, una de las cementeras más grandes del mundo, invirtió como nunca se había visto en el fútbol azteca.
En las últimas semanas, los Tigres sorprendieron al continente al desembolsar casi 10 millones de dólares por el veloz y espigado extremo Jürgen Damm, una de las grandes promesas del fútbol mexicano; y 9 millones más al Villarreal español por el delantero nigeriano Ikechukwu Uche y el volante internacional azteca Javier Aquino.
Por Gignac, el segundo máximo goleador de la pasada liga francesa a sus 29 años, los felinos no afrontaron ningún costo de traspaso, ya que acababa contrato con el Olympique de Marsella, pero le tuvieron que ofrecer un salario que se estima en unos 5 millones de dólares anuales.
– Fútbol “ingenuo” –
Este jueves, en los análisis de los expertos se destacaba que la derrota de Tigres manifiesta las carencias históricas de los equipos aztecas cuando van a jugar a Sudamérica.
Los analistas creen que han carecido de oficio en los momentos decisivos para asegurar los títulos así como carácter y agresividad para enfrentar a equipos tan “cancheros” como River Plate.
“El futbol mexicano sigue siendo ingenuo comparado con el argentino”, señaló el director de Récord, Carlos Ponce de León.
También hubo analistas que consideraron que el árbitro uruguayo Darío Ubriaco benefició a los locales y eso demostró de nuevo que México no juega en igualdad de condiciones en la Libertadores.
En todo caso, coincidieron en que los equipos mexicanos no se han adaptado a los arbitrajes del sur del continente que permiten más el juego de contacto.
River se impuso “desde las mañas y patadas. Y también desde los jalones que Tigres recibió y no supo dar ante la miopia de un árbitro pasado de peso, que confirmó que Sudamérica es para los sudamericanos”, lamentó Récord.