Joe Biden sigue buscando la manera de ayudar a los estadounidenses a atravesar la crisis económica que dejo la pandemia de coronavirus. Con ese propósito, destinó un presupuesto de 1.9 millones de dólares que se repartirán a través de distintas ayudas, entre ellas, un tercer cheque de estímulos.
Sin embargo, su plan primero debe ser aprobado por el Congreso, y para alcanzar este objetivo, el presidente invitó a 10 senadores republicanos a la Casa Blanca para discutir el tema.
El mandatario anunció la reunión el pasado domingo 31 de enero y la propuso luego de que el grupo de funcionarios, liderado por la senadora Susan Collins, propusiera gastar, aproximadamente, una tercera parte de la cifra que él propuso, lo que podría impedir el cumplimiento de su plan.
Y aunque los legisladores demócratas están dispuestos a seguir adelante con la estrategia sin el apoyo de la contraparte, el presidente decidió entablar una conversación con los republicanos después de que ellos le enviaran una carta pidiendo que negociara en lugar de buscar la aceptación de su propuesta únicamente con los votos de su partido, petición que él no ignoró.
La fecha de la reunión no está clara, pero todo indica que será pronto, pues tanto la Cámara de Representantes como el Senado votarán en los próximos días una resolución presupuestaria, lo que fijaría las bases para la aprobación de un paquete de ayuda económico como propone Biden.
El objetivo es que la propuesta sea aprobada para marzo, mes en el que expirará un subsidio de desempleo y otras asistencias que surgieron tras la emergencia sanitaria por Covid-19.
El plan de la parte republicana sugiere en cambio 160 mil millones de dólares para vacunas, pruebas, tratamientos y equipo de protección personal. A la vez, solicita una ayuda más específica que el cheque de estímulos del actual presidente.