Washington, D.C.- El futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planea medidas drásticas contra los cárteles mexicanos si el flujo de fentanilo hacia su país no se detiene, incluyendo la posibilidad de enviar tropas estadounidenses a territorio mexicano. Según la revista Rolling Stone, asesores y legisladores republicanos cercanos al exmandatario debaten sobre la viabilidad de atacar o incluso invadir México, cumpliendo con las promesas de campaña de Trump.
El plan incluiría una advertencia al Gobierno mexicano para frenar el tráfico de la droga en un plazo de varios meses, o enfrentarse a una intervención militar. Una de las opciones que barajan es una “invasión suave”, en la que fuerzas especiales estadounidenses actuarían encubiertamente en México para asesinar a líderes de cárteles.
“¿Cuándo deberíamos invadir México?”, habría preguntado un miembro del equipo de transición de Trump, según citó la revista.
Fuentes cercanas al expresidente indicaron que, aunque no está claro hasta dónde llegará la implementación de estas medidas, Trump considera “necesario” actuar militarmente si el problema persiste.
Sheinbaum Responde: “Es toda una película”
En respuesta a estas declaraciones, la presidenta Claudia Sheinbaum desestimó la idea de una “invasión suave” y defendió la soberanía de México.
“Es toda una película. ¿Cuál es su base? Yo en lo que me sustento es en las dos conversaciones que he tenido con el Presidente Trump”, señaló Sheinbaum durante su conferencia matutina.
La mandataria enfatizó que México es un país libre, independiente y soberano, y que cualquier acción contraria sería inadmisible.
“El respeto a nuestra soberanía está por encima de todo”, concluyó, reiterando su compromiso de mantener una relación bilateral basada en el respeto mutuo y el diálogo.
Contexto Internacional
Este polémico planteamiento se suma a las crecientes tensiones entre ambos países por el tráfico de fentanilo, una crisis que ha cobrado miles de vidas en Estados Unidos y generado presiones para que México tome medidas más contundentes.
Mientras tanto, sectores políticos y sociales en ambos países advierten que cualquier intervención militar en suelo mexicano podría desatar consecuencias graves para las relaciones bilaterales y la estabilidad regional.