Con una rebelión alimentada por la oposición a la inmigración ilegal y el pesimismo acerca del futuro de la nación, Donald Trump se adelanta a su revuelto dúo de competidores menos de tres meses antes de la primaria presidencial republicana en California. Así lo revela una nueva encuesta nacional de USC Dornsife/Los Angeles Times.
Sin embargo, Trump busca la nominación de un partido que se ha fracturado a causa de su candidatura, con nefastas perspectivas para los republicanos si el empresario de Nueva York sale victorioso después de la convención de la agrupación.
Una cuarta parte de los votantes republicanos de California encuestados aseguraron que no votarán a favor de Trump en noviembre en caso de que él sea el candidato del partido. Casi un tercio de quienes apoyan al principal oponente de Trump, el senador de Texas Ted Cruz, afirman que no elegirán al magnate neoyorquino. Quienes apoyan al empresario, en tanto, son críticos de Cruz; sólo la mitad de ellos tienen una impresión favorable de él.
Esa división establece el potencial de las pérdidas para los republicanos, ya en pugna en uno de los estados más demócratas del país, incluyendo varios distritos legislativos disputados.
Trump, apoyado con pasión y profundamente vilipendiado por diferentes nucleos del electorado, ha extendido su llegada entre los republicanos desde el último sondeo realizado por USC/Los Angeles Times, en septiembre pasado. Actualmente cuenta con el apoyo del 37% de los votantes republicanos encuestados, frente al 24% que registraba entonces.
Cruz, quien mostraba apoyo de un sólo dígito en el último sondeo, detrás de los candidatos que ya han quedado fuera de carrera, se ubica ahora en el 30%. El tercer candidato, el gobernador de Ohio John Kasich, era prácticamente invisible en septiembre y ahora registra un 12% de apoyo.
Pero entre los votantes con más posibilidades de presentarse el día de la elección, el sondeo muestra que la carrera entre Trump y Cruz es casi un empate, con un 36% de apoyo para el primero y un 35% para el senador. La diferencia ilustra cómo una baja participación en la primaria del 7 de junio próximo podría lastimar al empresario y potenciar a Cruz.
Cuántos californianos se presentarán ese día resulta aún difícil de predecir, porque el estado no ha registrado una primaria republicana de junio totalmente disputada desde 1964. Es también difícil predecir cómo el apoyo general a los mejores candidatos se traducirá en delegados a la convención republicana de este verano. En California, el partido confiere delegados al ganador de cada distrito legislativo, por lo tanto un candidato podría perder todo el estado pero así y todo lograr un número significativo de delegados.
El sondeo muestra que Trump lidera la mayoría de las áreas del estado, excepto el Valle Central, donde los votantes conservadores pusieron por delante a Cruz. En el condado de Los Ángeles ambos están prácticamente empatados.
Pero el polémico Trump ha ganado claramente amplios sectores de su partido en California. La encuesta lo muestra al frente entre graduados y aquellos sin título universitario, y entre casi todos los rangos de ingresos. No hubo distinción en el nivel de apoyo entre hombres y mujeres, pese a las muy publicitadas diatribas de Trump contra las mujeres, como la presentadora de Fox News Megyn Kelly.
Las opiniones de Trump acerca de la inmigración son uno de los pilares de su candidatura, pero el tema también es responsable de una seria fisura del partido en California, donde las secuelas de la lucha de 1994 sobre una medida contra la inmigración ilegal han contribuido en gran medida a una menor presencia republicana.
Entre los encuestados que manifestaron que la inmigración ilegal es una “crisis” en California, Trump ganó el 48% de los votos; Cruz se llevó el 29% y Kasich el 8%. Entre aquellos menos preocupados por la inmigración, el apoyo a Trump cae al 27%.
Tres de cada cinco partidarios de Trump encuestados siente que la inmigración ilegal se encuentra en un nivel crítico, y un 90% la describe como una crisis o un problema importante. Eso diferencia a los partidarios de Trump de los votantes de California en general, de quienes sólo el 23% lo ve como una crisis. Entre los republicanos registrados en el estado, el 44% señaló que la inmigración ilegal es una crisis.
Quienes apoyan a Trump también difieren del resto del estado acerca de las soluciones buscadas. Poco más de la mitad de los encuestados afirmó que quienes se encuentran en el país indocumentados deben ser deportados, una postura que su candidato ha defendido desde que ingresó a la carrera. Un 28% adicional de sus partidarios sostiene que esos inmigrantes deberían tener una opción posible para la ciudadanía, y un 14% favorece una reducción del derecho de trabajar legalmente en los EE.UU.
Entre todos los republicanos que participaron del sondeo, sólo un tercio respaldó las deportaciones y dos de cada cinco de ellos apoyaron la posibilidad de obtener la ciudadanía.
Los californianos en su conjunto rechazaron enfáticamente las deportaciones. Sólo el 16% se mostró de acuerdo con esa vía y dos tercios dijeron estar a favor de un derecho a la ciudadanía para aquellos que actualmente viven aquí indocumentados.
Sólo tres de cada cinco republicanos dijeron estar de acuerdo con las opiniones de Trump acerca de la inmigración, que además de las deportaciones masivas incluyen la construcción de un muro gigante a lo largo de la frontera sur del país. Uno de cada cinco republicanos resaltó profundamente no estar de acuerdo con sus posiciones.
Del mismo modo, entre los votantes de Trump, el 69% aprobó su propuesta de prohibir a los musulmanes el ingreso a los EE.UU. Esa opinión fue compartida sólo por el 44% de los republicanos en general, y por el 22% de los californianos encuestados. Incluso entre los partidarios de Cruz, quien ha sugerido restricciones similares, sólo el 42% afirmó que respalda los planes de Trump.
Una evaluación marcadamente negativa de la economía y -en términos más generales- del futuro, también caracteriza a los votantes de Trump. Entre los que piensan que los mejores años de la nación son los pasados, Trump se lleva al 40% de los republicanos, y Cruz al 26%. Los que son más optimistas mostraron un empate de ambos candidatos, con un 36%.
En total, sólo el 13% de los votantes de Trump estimaron que el estado se encamina hacia la dirección correcta, mientras que los californianos en total estaban divididos al respecto. Los votantes de Cruz fueron igualmente negativos, pero los partidarios de Kasich se mostraron más optimistas.
El impacto de esos puntos de vista se extendió a un hipotético enfrentamiento en elecciones generales entre Trump y la principal candidata demócrata, Hillary Clinton. Trump recibió apoyo sólo del 9% de aquellos que piensan que el estado va bien, pero del 50% de quienes sienten lo contrario (en este sentido, Clinton derrotó con facilidad a Trump y a Cruz; a Kasich le fue mejor pero se ubicaba por debajo de la demócrata por 19 puntos).
Dos tercios de los votantes no partidistas, esenciales para cualquier posibilidad de éxito para un miembro de la minoría republicana en California, tuvieron una visión “muy desfavorable” de Trump. Un 77% de los latinos (74% de los cuales son menores de 50 años de edad), 67% de mujeres, 61% de hombres y más de 3 de cada 5 votantes con todo tipo de educación e ingresos mostraron una opinión muy negativa de él.
“Es un ególatra y hace cosas muy estúpidas”, aseguró Barry Kolom, un optometrista de Los Ángeles, acerca de Trump. “Él actúa sin consideración; no tiene filtros. Creo que es una bala perdida”.
Uno de cada cinco republicanos afirmó que votaría por Clinton en lugar de Trump en una elección general. Menos votantes darían ese paso si Cruz o Kasich fueran los nominados.
El sondeo contactó a 1,503 votantes registrados en California, entre el 16 y el 23 de marzo pasados. El error de muestreo de todos los votantes es de 2.8 puntos en cualquier dirección; el margen de error para los votantes republicanos se estima en 5.5 puntos en cualquier dirección.